Crítica de ‘La Liga de la Justicia de Zack Snyder’: Épica, apoteósica y grandiosa

En esta película coral de superhéroes de DC, Bruce Wayne (Ben Affleck) está decidido a asegurar que el último sacrificio de Superman (Henry Cavill) no ha sido en vano, y une sus fuerzas con Diana Prince (Gal Gadot) para reclutar un equipo de metahumanos junto al que proteger al mundo de una inminente amenaza de proporciones catastróficas. La tarea resulta más difícil de lo que Bruce imaginó, ya que cada uno de los reclutas debe enfrentarse a sus propios demonios del pasado para poder seguir adelante, y así agruparse y formar una liga de héroes sin precedentes. El problema es que, aunque unidos, Batman (Affleck), Wonder Woman (Gadot), Aquaman (Jason Momoa), Cyborg (Ray Fisher) y Flash (Ezra Miller) puede que lleguen demasiado tarde para salvar al planeta de Steppenwolf, Darkseid y sus terribles intenciones.

El guion de La Liga de la Justicia de Zack Snyder está firmado por Chris Terrio, sobre una idea de Chris Terrio & Zack Snyder y Will Beall, basada en los personajes de DC, y llega ahora como la versión definitiva y mejor de La Liga de la Justicia de 2017, que en su momento generó críticas dispares entre los fans y los cinéfilos. Algunos vimos con buenos ojos esa versión, aunque faltaba algo para ser épica, y ahora no hay dudas que estamos ante lo que tuvo que haber sido.

Snyder ha conseguido recoger en 4 horitas lo que podría ser la nueva Biblia audiovisual de DC, pues están todos los personajes que queremos ver juntos en una apoteósica aventura que se pasa volando a pesar de su largo metraje. Parecía imposible que tantos personajes pudieran presentarse de forma tan completa, y Snyder ha obrado el milagro como sólo él es capaz de hacer, dedicando su tiempo a cada uno de ellos, siendo capaces de entender sus dudas y motivaciones, a la vez que prepara la película para el colofón final que satisfará a cualquier aficionado al cine de acción y efectos especiales.

Mucho se ha hablado de la ocasión perdida por DC con La Liga de la Justicia para conseguir la respuesta a Los Vengadores de Marvel, y ahora podemos afirmar que lo han logrado y dejan el listón muy alto, poniendo difícil conseguir igualar algo tan grandioso en el futuro de este universo cinematográfico. Si ésta fuera la última película de DC podría decir que estaría tranquilo al haber visto algo tan increíble, pero también ilusiona saber que se puede conseguir algo así, que además se disfrute plenamente en nuestra casa (recordemos que se estrena directamente en HBO España y no pasa por los cines españoles) y que tengamos ganas de repetir nada más terminar de verla.

Nadie ha querido faltar en La Liga de la Justicia de Zack Snyder

Ben Affleck como Batman, Gal Gadot como Wonder Woman, Henry Cavill como Superman, Jason Momoa como Aquaman, Ray Fisher como Cyborg y Ezra Miller como The Flash, quienes forman el equipo que da título a la película, no podían faltar a esta cita, aunque de especial relevancia también es la presencia de Amy Adams como Lois Lane, Jeremy Irons como Alfred Pennyworth y Diane Lane como Martha Kent, sin olvidarnos, aunque con menos importancia en pantalla, de Amber Heard como Mera,  J.K. Simmons como Comisionado Gordon y un irreconocible Ciarán Hinds como Steppenwolf.

Pero todos ellos ya se dejaron ver en la versión de 2017, y ahora no sólo tienen más tiempo para presentar sus personajes, sino que algunos han visto mejoradas sus participaciones, no sólo físicamente, sino también interpretativamente. Ray Fisher como Cyborg fue uno de los superhéroes que menos enganchó en la versión de Joss Whedon, y parece que Snyder tenía para él un papel mucho más importante, por eso en su montaje nos presentan al personaje de forma mucho más completa, conocemos mejor su pasado, sus sentimientos, sus emociones y, por supuesto, sus capacidades por las que entra en este grupo de superhéroes. Puede que algunas de las escenas más impactantes a nivel dramático, más allá de la espectacularidad, provengan de este personaje.

Este montaje refleja con acierto la parte más humana y emotiva de los héroes, y como todos deben lidiar con sentimientos encontrados sobre su pasado y las relaciones familiares, desde la relación de Bruce Wayne con Alfred y el recuerdo de sus padres asesinados, pasando por la relación de Clark Kent con su madre, los sentimientos de Wonder Woman por dejar a su familia y su vida en la isla, la dificultad de Aquaman por encajar al no sentirse identificado con su vida en Atlantis y tampoco con los humanos, así como la compleja relación de Barry con su padre encarcelado y, por supuesto, el resentimiento de Cyborg hacia su padre.

Una historia épica y completa

A nivel de trama, más allá de la presentación de los personajes, la versión de 2017 carecía de una historia bien desarrollada y estaba entrecortada, con un villano que no consiguía ponernos en tensión. Nos llevaban meses después de los hechos acontecidos en Batman v Superman: el amanecer de la Justicia, pero al encontrarnos tantos nuevos personajes, se dedicaba mucho tiempo a la búsqueda de Batman de nuevos aliados metahumanos para luchar contra esta amenaza y no tanto a desarrollar un hilo conductor.

Zack Snyder ha sabido cómo suplir esas carencias y, a modo de miniserie, ha estructurado la película en diferentes partes, cada una de ellas con una trama principal, aunque todas ellas tienen de fondo una historia común. De esta forma tenemos una batalla que sabemos que se nos avecina, motivo por el que Batman debe unir fuerzas y encontrar más superhéroes, pero mientras los busca -y los capta para la acción- vamos también sabiendo hacia donde nos lleva la historia de fondo, que no es otra que la del villano que busca, como es habitual, ser el más fuerte y poderoso del Universo.

Un villano como DC se merecía

Recordemos que Steppenwolf fue el villano de la versión de la película de 2017 y, aunque en este montaje de Zack Snyder sigue siendo así, Darkseid hace acto de presencia y sienta las bases para ser un villano muy superior y para el que tendrán que prepararse los superhéroes, tal y como nos fueron avanzando en los tráilers y clips promocionales.

Además, Steppenwolf no sólo ha sido dotado de un nuevo look con un diseño completamente diferente y más acorde a los cómics, sino que tiene realmente su propia personalidad, un carisma más típico de un protagonista, y un desarrollo más completo, manteniendo la voz original de Ciarán Hinds. Este hecho no hace más que mejorar el conjunto de la película, pues ahora sí hay un enemigo a la altura de tanto superhéroe, y eso permite tener una acción más completa a la vez que uns trama mejor hilada.

La oscuridad vence al humor

Joss Whedon se unió a la película estrenada en 2017 cuando estaba ya rodada por Zack Snyder, y se hizo cargo de la producción y la dirección de Liga de la Justicia tras la tragedia personal que tuvo que afrontar Snyder. De Snyder nos quedó una estética oscura y sobria, pero muchas escenas tuvieron el toque de humor distintivo de Whedon, lo que hizo que luciera como de Zack Snyder y se sintiera de Whedon.

En el montaje de Snyder ya no notamos la discontinuidad que se apreció por tener escenas grabadas por Whedon y unidas a la película. Ahora tenemos 100% el ADN de Snyder, ese toque que sabe aportar a sus producciones, con un estilo oscuro, visualmente espectacular, con personajes que no están para bromas y, sobre todo, con unos filtros que incrementan los colores vivos manteniendo apagados los demás tonos.

La épica es el sello de este cineasta que nos lleva al lado más oscuro de los héroes, como Nolan hizo con el Caballero Oscuro, y su capacidad para atraparnos con su estilo visual sigue intacta, siendo capaz de tenernos 4 horas pegados a la pantalla, y si nos quitaran los diálogos seguiríamos enganchados gracias a la perfecta armonía lograda entre imagen y sonido, pues su banda sonora no deja de ser también sobresaliente.

La Liga de la Justicia de Zack Snyder es lo que faltaba al universo cinematográfico de DC, una épica aventura repleta de acción que, junto a una historia bien desarrollada, consigue dotar de movimiento las grandes aventuras que hemos vivido en los cómics.