Si escribo tan tarde esta noticia sobre la ceremonia de entrega de la XXIX edición de los Premios Goya es gracias (o culpa) a la organización, quienes no sólo no nos acreditaron, sino que además no supieron realizar una gala entretenida, amena y corta, pues se prolongó hasta cerca de las dos de la madrugada, con discursos largos, momentos musicales fallidos y una extraña concepción de lo que es saber llevar a cabo un espectáculo digno de un sector que este año ha tenido uno de los mejores en mucho tiempo en lo que ha recaudación y complicidad con el espectador se refiere. Esa complicidad acabó perdida en la ceremonia pues no debimos ser muchos los que aguantamos frente al televisor hasta bien entrada la madrugada.
Dani Rovira, La Isla Mínima y 8 apellidos vascos fueron los que salieron victoriosos. El monologuista y actor fue el único punto a favor de la gala, aportando el entretenimiento al que tanto nos tiene acostumbrados, con discursos repletos de humor, y cierta acidez y recados para muchos, aunque a algunos de los presentes no les harían mucha gracia ciertas bromas, pues se burló de los tres protagonistas más jóvenes de El Niño, que casi no entendían a qué venían los chistes, o Javier Gutiérrez, quien tuvo que aguantar que se metieran con sus 164 centímetros de estatura -los cuales le habrían impedido entrar en la Policía, que exige un centímetro más-, y le llegó a decir: «Si estuvieras en una lechería, serías un actimel». Pero, en líneas generales, Rovira supo llevar por su parte la gala, aunque ni él mismo, al alzarse con el galardón de Mejor actor revelación, fue capaz de cumplir con el minuto de agradecimientos… algo que sí se le perdona a Antonio Banderas, pues un Goya de Honor se merece los 2, 5 ó 9 minutos que estuvo hablando (y muy bien), pero otros como los productores de La Isla Mínima llegaron a poner a prueba nuestra capacidad de mantenernos despiertos cuando, con muy poca emoción y gran tristeza, recogían el premio de Mejor Película.
Pero lo que está claro es que una gala para el cine debe estar dedicada al cine, y no a la música, aunque estamos siendo condescendientes al llamar «música» a lo que ayer se escuchó en la ceremonia, pues tan sólo
Ana Belén, Lolita y
Miguel Poveda fueron capaces de cantar con su saber hacer, dado que el resto de número musicales que implicaron a actores fueron bastante tristes, con número de claquet incluido (que no entendemos la necesidad de incluir…) y qué decir del gran
Álex O’Dogherty, quien ha sido maestro de ceremonias en multitud de galas, siempre ha conseguido entretenernos con sus números musicales y su maestría como humorista, pero ayer pareció desdibujado, con un espectáculo casi triste y sin el menor atisbo de gracia ni ritmo… como podría resumirse en grandes líneas la gala.
Diez premios se ha llevado la película de Alberto Rodríguez La Isla Mínima, la gran ganadora de la noche, doblando en número a El Niño, pero mención especial merece la comedia Ocho apellidos vascos, que no sólo ha sido la película más taquillera española de los últimos años, sino que además se alzó con tres de los premios de interpretación, que fueron a caer en manos de Karra Elejalde, Carmen Machi y Dani Rovira.
Y sin más, y lo que nos interesa, os dejamos a los verdaderos héroes de la noche, y no somos lo que aguantamos despiertos, sino lo que hacen que todo ésto sea posible y se llevaron los galardones… os dejamos con el palmarés:
Mejor Película
Mejor dirección
- Alberto Rodríguez, por La Isla Mínima
Mejor actriz
- Bárbara Lennie, por Magical Girl
Mejor actor
- Javier Gutiérrez, por La Isla Mínima
Mejor actriz de reparto
- Carmen Machi, por Ocho apellidos vascos
Mejor actor de reparto
- Karra Elejalde, por Ocho apellidos vascos
Mejor actriz revelación
- Nerea Barros, por La Isla Mínima
Mejor actor revelación
- Dani Rovira, por Ocho apellidos vascos
Mejor dirección novel
- Carlos Marqués-Marcet, por 10.000 km.
Mejor guión original
- Rafael Cobos y Alberto Rodríguez, por La Isla Mínima
Mejor guión adaptado
- Javier Fesser, Cristóbal Ruiz y Claro García, por Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo
Mejor dirección de fotografía
- Álex Catalán, por La Isla Mínima
Mejor música original
- Julio de la Rosa, por La Isla Mínima
Mejor canción original
- «Niño sin miedo», de David Santisteban, India Martínez y Riki Rivera, por El Niño
Mejor sonido
- Marc Orts, Oriol Tarragó y Sergio Burmann, por El Niño
Mejor dirección de producción
- Edmon Roch y Toni Novella, por El Niño
Mejor montaje
- José M. G. Moyano, por La Isla Mínima
Mejor dirección artística
- Pepe Domínguez, por La Isla Mínima
Mejor maquillaje y peluquería
- Carmen Veinat, José Quetglas y Pedro Rodríguez por Musarañas
Mejor diseño de vestuario
- Fernando García, por La Isla Mínima
Mejor película europea
- Ida, de Pawel Pawlikowsky
Mejor película iberoamericana
- Relatos salvajes, de Damián Szifrón
Mejor película documental
- Paco de Lucía: la búsqueda, de Curro Sánchez Varela
Mejor película de animación
- Mortadelo y Filemón contra Jimmy el Cachondo, de Javier Fesser
Mejores efectos especiales
- Guillermo Orbe y Raúl Romanillos, por El Niño
Mejor cortometraje de ficción
- Café para llevar, de Patricia Font
Mejor cortometraje de animación
- Juan y la nube, de Giovanni Maccelli
Mejor cortometraje documental
- Walls (Si estas paredes hablasen), de Miguel López Beraza
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La isla mínima está genialmente rodada, y logra una gran tensión; eso está muy conseguido, pero hay algo en los diálogos y en la contraposición de las dos españas que me desagradó.