Tras cuatro semanas en cartelera desde su estreno en Estados Unidos, el estudio ha revelado que la película de Bryan Singer ha perdido entre 125 millones y 140 millones de dólares en la película, lo que supone un fiasco mayor que el de Universal Pictures con Battleship, aunque mucho menos batacazo que el de Disney con John Carter.
La película de Warner ha costado alrededor de 200 millones de dólares y tuvo una campaña de marketing que conllevó un gasto de más de 100 millones. La película terminó recaudando en cines de todo el mundo 158 millones de dólares, de los cuales tan sólo 65 millones han sido conseguidos en USA, por lo que la mayor parte de los ingresos vienen del resto de países.
Es cierto que no sólo la película dejaba que desear, sino que también se encontró con una fuerte competencia en las salas de cine, pues en USA coincidió con Oz, un mundo de fantasía, y G.I.Joe: La Venganza.
Suponemos que tras estas grandes pérdidas, el estudio espera con ganas recuperar dinero con los estrenos de El Hombre de Acero y R3sacón, además de recordar que con la primera película de El Hobbit superó la marca de mil millones de dólares recaudados.
Por si todavía tenéis ganas de ver la película, ya que sigue en los cines, os recordamos que nos cuenta como, libres en la Tierra por primera vez en siglos, los gigantes tratan de reclamar la tierra que perdieron en su día, obligando al joven Jack (Nicholas Hoult) a librar la batalla de su vida para detenerles. Luchando por un reino y sus habitantes, y por el amor de una valiente princesa, se enfrenta cara a cara con los imparables guerreros que pensaba que sólo existían en las leyendas… y tiene la oportunidad de convertirse en una leyenda él mismo.