No solo de cine se nutre el hombre. De hecho, el cine es el resultado de combinar todas las artes aparecidas antes de su nacimiento. Dos de éstas artes son la literatura y el teatro, fuente de inspiración recurrente en los tiempos de crisis creativa que sufre la industria de Hollywood. A su vez, la literatura ha sido a menudo utilizada por los dramaturgos para ser adaptada al teatro. Una de esas obras inmortales, que siempre está siendo representada alrededor del mundo, es Los Miserables de Víctor Hugo. Célebre se ha hecho la adaptación al musical de Claude-Michel Schönberg y Alain Boublil, tánto que la industria hollywoodiense se ha fijado en ella para rodarla de nuevo en base a las composiciones musicales que ámbos crearon a finales de los setenta.
No obstante, siempre hay quien decide volver a los orígenes, adaptando la novela original de Victor Hugo y ofreciendo al espectador una representación respetuosa y fiel en espíritu. Una de estas personas es Paloma Mejía, artista teatral y coreógrafa con más de quince años de carrera profesional. Tuvimos la oportunidad de charlar con ella tras ver su magnífica y minimalista adaptación de Los Miserables, que se representa actualmente en el Teatro Victoria de Madrid. Sin duda la mejor forma de ir abriendo boca a la espera del estreno del filme de Tom Hooper.
Puede que nuestros lectores más jóvenes no conozcan la historia que hay detrás de Los Miserables. ¿Qué nos puedes contar sin destriparla?
Jean Valjean es condenado a cinco años de prisión por el robo de una barra de pan (para poder alimentar a su familia) que termina por convertirse en diecinueve años de encierro. Tras salir de la cárcel, Jean Valjean se ha convertido en un ser desconfiado e insensible, rechazado por la sociedad una y otra vez, hasta que se cruza en su camino una persona clave que cambiara sus sentimientos, Monseñor Myriel, que le hará comprender que si deja atrás el rencor quizá le quede una oportunidad para cambiar su destino. Jean reconduce su vida, pero no basta con querer ser mejor pues el inspector Javert, perro de presa, le acechará durante años.
Por mi parte esta puesta en escena es un homenaje muy personal que nace del respeto y la admiración al escritor francés Víctor Hugo que supo transmitir, de manera única, el sentir de un pueblo sometido a la dictadura del hambre y la pobreza. Mostrando con belleza exquisita la grandeza del desafortunado que a pesar de tener las manos vacías sostiene la dignidad y el honor de un futuro mejor. Con esta puesta en escena he tratado de describir la realidad desesperanzada de los sectores más bajos del París de mediados del Siglo XIX y retratar una época plagada de revueltas y cambios que marcarán el principio de una sociedad más justa.
¿De entre todas las adaptaciones que se pueden disfrutar ahora mismo en la capital, por qué debemos elegir tu visión de Los Miserables?
Cualquier propuesta de tan magnífica novela es válida, siempre y cuando esté tratada con respeto. Por mi parte, he procurado, por todos los medios, ser fiel al autor y a la novela. Y esta dramaturgia está realizada con el alma y el respeto que te lleva al sentimiento de expresar una historia única.
Yo destacaría de nuestra propuesta, la versión y adaptación teatral, no musical ni cinematográfica, y el puro trabajo actoral, sin artificios y con bajo presupuesto, pero con dignidad y sinceridad, bases principales de nuestra compañía (y creemos que del teatro), sentimiento puro y verdad.
¿Quién se ha encargado de adaptar la novela?
Yo misma, he realizado la adaptación y la versión. Ya que se trata de una versión y adaptación teatral.
Pese a que la obra es humilde en medios el resultado es fantástico. ¿Qué dificultades presenta el no tener demasiado presupuesto? ¿Y qué ventajas?
Dificultades con los tiempos que corren siempre hay, ya que una compañía independiente carece de subvenciones y ayudas, pero entre tú y yo, nosotros siempre estamos en crisis, los teatreros estamos acostumbrados a subsistir con muy poco pero es precisamente lo que agudiza la imaginación y el deseo de seguir hacia delante con más fuerza y energía, por lo que a priori lo que es dificultad se convierte en ventaja. Y mi súper-objetivo siempre es que el público se emocione y sienta la historia, si se consigue este objetivo, lo demás ¡qué importa!, está claro que el esfuerzo ha merecido la pena, esfuerzo de todo el elenco y todas las personas que me ayudan a seguir adelante, que están a mi lado simplemente porque creen en mi modesto trabajo y me acompañan haciéndolo grande.
Algo que me ha llamado muchísimo la atención es la parte final, cuando estalla la guerra. Me ha parecido fantástica la manera de entrecruzar paisajes, personajes y situaciones. ¿Hay una influencia cinematográfica en tu forma de hacer teatro?
Nunca lo había visto de esta manera, creo que te refieres al final del segundo acto, en el que llevo a cabo la revuelta vecinal, tras la muerte del General Lamarque, y que es conducida por Enjoldras, un joven perteneciente al grupo secreto del ABC, que se encarga de manifestar el descontento por el hambre y la cruel situación del pueblo. Es quizá lo más difícil de llevar a escena pero para mí fue sin embargo lo más fácil ya que desde que leí por primera vez la novela, en mi cabeza surgieron las imágenes corales y las diferentes situaciones con sus cadenas de acciones físicas y movimientos escénicos, y he de reconocer que me haría muy feliz pensar que por un instante he conseguido que algún espectador se haya sentido frente a una pantalla de cine y que las imágenes hayan podido emocionar al público, para mí serían palabras mayores.
Respecto a las influencias que puede tener mi estilo de hacer teatro, yo destacaría más la danza, mis comienzos fueron en la danza y comencé como coreógrafa, y la danza siempre busca la estética y el paisaje, esa es mi mayor influencia pero desde luego el cine me ha acompañado siempre pues el lenguaje del cine me fascina.
¿Se podrá ver la obra fuera de Madrid?
Sí, claro. La última función que hemos llevado a cabo ha sido en Tiermes (Soria). Llevamos ahora ya tres temporadas en el Teatro Victoria de Madrid, pero siempre que tenemos la oportunidad vamos allá donde quieren vernos y nosotros como locos de poder sentir diferentes públicos y experimentar si nuestro objetivo se cumple. Emocionar.
¿Qué otros proyectos tienes entre manos?
Acabo de reestrenar la versión de Cyrano de Bergerac en este mismo teatro, por petición del mismo, ya que la estrene en el 2.006, y estuve dos temporadas y ahora estamos de nuevo disfrutando de los maravillosos versos de Edmond Rostand, hasta que el público quiera que estemos.
También tengo en cartelera un infantil muy especial, La Tortuguita Juani, y seguimos con la entrañable brujita Cara Cortá en Cataplin, Plin, Plin, Dos Brujitas Y Un Calcetín.
Y al mismo tiempo estoy ultimando la dramaturgia de una obra de terror muy apetecible, que ya tengo ganas de estrenar.
Y al mismo tiempo estoy ultimando la dramaturgia de una obra de terror muy apetecible, que ya tengo ganas de estrenar.