La película cuenta la relación entre un preso en el corredor de la muerte y una mujer infiel. Un frío día de invierno, después de enterarse de que su marido tiene a otra mujer, Yeon se dirige sin pensarlo hacia la cárcel donde está encerrado Jin. A pesar de no conocerle personalmente, las noticias de sus intentos de suicidio emitidas por televisión hacen que su subconsciente la empuje hacia él.
Jin no tiene visitas y, normalmente, rehusaría ver a un desconocido, pero al enterarse de que se trata de una mujer, acepta por curiosidad. Su primer encuentro no es fácil. Yeon le habla como si fueran amigos, pero Jin no se abre tan fácilmente.
Jin se queda sorprendido cuando Yeon vuelve. Pero esta vez, ella ha decorado la sala de visitas con ampliaciones de fotos primaverales y con flores de plástico. Le espera vestida con ropa primaveral y le canta una alegre canción de primavera. Cada vez que le visita, Yeon lleva las estaciones al preso.
Entretanto, Yeon le cuenta a su marido que también ve a alguien. Al principio, él no la cree, pero algo despierta sus sospechas. Por su lado, Jin empieza a aceptar a Yeon y a hablarle gracias a la devoción de la mujer, que aguanta estoicamente sus ataques de furia.
Aliento. Inhalar y exhalar… Respiración… A veces en la vida hay momentos difíciles en los que nos cuesta respirar. La condena a muerte es la ejecución legal del aliento. Pero aunque no estemos en el corredor de la muerte, no siempre respiramos libremente. El dolor puede ser aún mayor que la condena a muerte. Cuando la confianza desaparece… (Kim Ki-Duk en estado puro).