SITGES 2024. Crónica 3: ‘Bone Lake’, ‘Escape from the 21st Century’ y ‘Rich Flu’.

ESCAPE FROM THE 21st CENTURY

Dirigida por: Yang Li
Intérpretes: Ruoyun Zhang, Elane Zhong, Yanmanzi Zhu
País: China
Oficial Fantàstic Competición

Sinopsis: Tras caer dentro de un material químico desconocido, tres adolescentes descubren que al estornudar pueden viajar veinte años al futuro. Allí ocupan sus cuerpos adultos y observan qué ha cambiado a lo largo de dos décadas. Lo que parece una manera inofensiva de pasar el rato resulta tener consecuencias imprevistas, que escalan la situación hasta proporciones apocalípticas.

Nuestra opinión: Una de las inesperadas sorpresas que hemos tenido este Sitges 2024 es la película china Escape from the 21st Century de Yang Li. Se trata de una película que combina ciencia-ficción, humor, coming of age e incluso romanticismo, para relatar la historia de tres amigos adolescentes que tras entrar en contacto accidental con un producto químico pueden viajar en el tiempo cada vez que estornudan. La cuestión es que lo que sucede 20 años después es totalmente inesperado para ellos y el camino que toman sus vidas no es el que pensaban, así que intentarán por todos los medios cambiar ese destino para adecuarlo a lo que soñaban cuando eran adolescentes.

Más allá de la trama y del carisma de sus personajes, lo verdaderamente alucinante de la película es la manera en que Yang Li transforma las imágenes animadas de un manhua en una película de acción real sin perder nada de frescura en el trasvase. El montaje es lo más frenético que he visto nunca en un cine y, aunque finalmente puede resultar agotador, vale la pena dejarse atrapar por una narrativa tremendamente imaginativa que se reinventa en cada escena de manera imprevisible, sin duda, el filme en pantalla grande es una experiencia única repleta de ideas visuales originales que te harán disfrutar de lo lindo. Ni te imaginas la locura que te espera.

Escape from the 21st Century tiene mucho humor absurdo, pero también hay espacio para la reflexión y para el sentimentalismo habitual del cine asiático, no en vano, la película es un relato sobre la amistad y sobre tres amigos que no quieren dejar de serlo pese a que el destino diga otra cosa. Además, te hará saltar la lagrimita si eres un nostálgico de los años 80 mediante referencias a canciones poperas míticas o videojuegos como el «Street Fighter II: The World Warrior». Peli de culto instantáneo para frikis.

RICH FLU

Dirigida por: Galder Gaztelu-Urrutia
Intérpretes: Mary Elizabeth Winstead, Rafe Spall, Lorraine Bracco
País: España
Oficial Fantàstic Competición

Sinopsis: Un virus mortal empieza a infectar a las capas más pudientes de la sociedad, liquidando a los millonarios a su paso. Poco a poco, su foco se expande hasta abarcar riquezas más modestas, lo cual obliga a todo el mundo a deshacerse de sus fortunas. El problema es que ya no queda nadie a quien venderlas.

Nuestra opinión: No ha sido muy bien recibido Rich Flu por parte de la crítica. El director bilbaíno de El hoyo (2019), Galder Gaztelu-Urrutia, afronta un proyecto ambicioso con reparto internacional en el que se nos propone una alegoría sobre las diferencias sociales y la inmigración. La idea de partida del guion es bastante atractiva y afín a todo lo que pasa por la cabeza de David Desola, un dramaturgo catalán que siempre incluye en sus trabajos un trasfondo de crítica social y un sentido del humor gamberro deudor de Rafael Azcona. En este caso, su ocurrencia es un virus que solo afecta a los ricos, por lo que éstos querrán desprenderse de sus pertenencias para no morir de éxito, sin embargo, en la traslación de esa idea hasta el guion definitivo se nota que ha pasado por demasiadas manos y ha perdido por el camino su comicidad.

Rich Flu acaba siendo un drama entretenido y bien filmado, con la siempre estupenda Mary Elizabeth Winstead como protagonista, pero cuyo desarrollo se resiente sobremanera debido a la obviedad de las metáforas y por un subrayado constante de elementos críticos hacia la sociedad contemporánea (en especial, en la segunda mitad del filme) como si su público objetivo fueran estudiantes de primaria y no un público adulto capaz de razonar por sí mismo.

Es por eso que el interés de Rich Flu se desinfla a medida que el tono se vuelve menos ácido y mucho más serio y ceremonioso, es una lástima porque el conflicto ético de la protagonista era suficientemente potente como para sacarle más punta. Y es que Winstead interpreta aquí a una mujer de clase media que ansía subir su nivel social y que paradójicamente alcanza la riqueza en el peor momento, cuando la gente pudiente se muere por el virus. La vileza de la condición humana y los claroscuros morales hubieran podido ser utilizados en la historia en otra dirección más sarcástica y sin sermones, pero el director escoge un camino que, al parecer, no ha convencido a casi nadie.