Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Dejar el mundo atrás
Las vacaciones de una familia dan un giro escalofriante cuando dos desconocidos se presentan en plena noche buscando refugio frente a un ciberataque que se va volviendo más y más aterrador. En esta situación, todos deberán asumir cuál es su papel en un mundo que se desmorona. Dejar el mundo atrás, basada en la novela de Rumaan Alam nominada al National Book Award, está producida por Esmail Corp y Red Om Films, y cuenta con la producción ejecutiva de Higher Ground Productions. El director y guionista Sam Esmail es el responsable de este thriller que cuenta en su reparto con Julia Roberts, Mahershala Ali, Ethan Hawke, Myha’la, Kevin Bacon, Farrah Mackenzie y Charlie Evans. La película se estrena el 8 de diciembre de 2023 en Netflix.
Un futuro más cercano de lo que parece
Antaño, las películas sobre el apocalipsis final que nos esperaba en el futuro giraban generalmente alrededor de algún meteorito que se acercaba a la tierra, y tenía pinta que todo iba a explotar en añicos. Casi todos los meses tenemos alguna propuesta nueva sobre el fin del mundo, y el tiempo pasa, lo que permite que se vislumbren nuevas formas de caos en la sociedad, algo que se puede apreciar a modo de detalles en las noticias, pero los más adelantados de su clase toman esa información para plasmarla en películas de ciencia ficción que, como es el caso de Dejar el mundo atrás, toma la forma de thriller.
Así, en este thriller apocalíptico del galardonado guionista y director Sam Esmail (Mr. Robot), Amanda (Julia Roberts) y su marido Clay (Ethan Hawke), alquilan una vivienda de lujo para pasar el fin de semana con sus hijos, Archie (Charlie Evans) y Rose (Farrah Mackenzie). Pero sus vacaciones no tardan en torcerse cuando dos desconocidos —G. H. (Mahershala Ali) y su hija Ruth (Myha’la)— se presentan en plena noche con noticias de un misterioso ciberataque y buscando refugio en la que afirman que es su casa. Las dos familias afrontan un desastre inminente que se vuelve cada vez más aterrador y los obliga a todos a asumir su lugar en un mundo que se desmorona.
No siempre hay respuestas para todas las preguntas
Como buen thriller, Dejar el mundo atrás nos deja pegados a nuestra butaca, ansiosos por saber el devenir de los acontecimientos, pues el misterio juega un papel vital para que no sepamos hacia donde quieren dirigir la historia, y es mejor no desvelarlo en esta crítica para deleite del espectador. Pero hay que dejar claro que se debe ser paciente. Este thriller se toma con tranquilidad llegar a su clímax, y en el camino el director opta por recrearse con planos cenitales y movimientos de cámaras imposibles que lucen muy bien, aunque acaban con nuestra paciencia a costa de un exceso de lucimiento personal y una banda sonora repetitiva para la que todo parece ser el clímax. Situaciones banales como desayunar parecen ser presagio del fin del mundo con la pertinente y cansina música que nos acompaña, echándonos por momentos de la historia, que hasta ese momento era un mero drama familiar.
Pero todo cambia, y cuando llega la hora de la verdad, y nunca mejor dicho, el maravilloso reparto coge las riendas y se enfrenta a la situación que bien podría ser real tal y como vemos en las noticias. El mundo depende demasiado de ciertas cosas como para que dejemos todo en manos de unos pocos, y el caos está a la vuelta de la esquina si no estamos preparados para cualquier cosa. Lo que está claro es que poner solución a todo lo que nos plantea la película es complejo, nos hace muchas preguntas pero no da respuestas, y las que da son meras excusas para saber por qué puede llegar a suceder lo que sucede en esta historia. Si nos dejamos llevar, y aceptamos las teorías que nos ofrecen, la película resulta entretenida y adictiva, pero si dudamos de lo que nos cuentan y no empatizamos con los personajes, estaremos fuera y se hará algo pesada la película.
Entre conspiraciones y tecnología
Las maquinaciones y conspiraciones secretas no son algo nuevo en la filmografía del director y guionista de Dejar el mundo atrás, y es que Sam Esmail ya dejó su huella en la serie Mr. Robot, donde evidenciaba la importancia de la tecnología y la trampa que suponía depender de ella tanto, aunque en última instancia nos deja a los espectadores la decisión de saber qué hacer, lo que no siempre es del agrado de todos. Curiosamente, lejos de encajarse todo esto en un thriller conspiranóico, la película oscila también hacia el terror ligero cuando la situación lo requiere, por las experiencias aterradoras a las que se enfrentan algunos protagonistas, e incluso tiene ocasiones de ligereza cómica, especialmente por la pasión de la hija Rose por una serie y su necesidad de ver el desenlace.
Las tramas independientes de los personajes, así como sus relaciones, son uno de los puntos fuertes de la película, dado el espectacular elenco que se ha reunido, destacando Julia Roberts como una madre protectora (de los suyos) y temerosa de lo desconocido, acompañada por su marido en la ficción, interpretado por Ethan Hawke, quien tiene las mejores escenas cuando está en compañía de Mahershala Ali y conversando con un Kevin Bacon en un papel que reconoceremos con facilidad por sus pensamientos y forma de actuar. Todos ellos excepcionales, especialmente cuando los nervios comienzan a florecer.
En resumen, Dejar el mundo atrás es una película pausada, que va preparándonos poco a poco para que al final suceda algo realmente importante, generando curiosidad en el espectador gracias a su trama, y enganchando por su forma de hacer que siempre acontezca algo en pantalla. Puede que no sea la mejor película del año, ni entre en el top de mejores thrillers del 2023, pero su final sin duda alguna es de los mejores que he visto, al menos por mi pasión por el coleccionismo… y hasta ahí puedo leer.
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Dejar el mundo atrás
