Las críticas de Daniel Farriol en el 76 Festival de Locarno:
Falling Stars
Falling Stars es un filme de terror estadounidense que dirigido por Gabriel Bienczycki y Richard Karpala, con un guion escrito por éste último. La historia sigue a tres hermanos que, durante la primera noche de la cosecha, parten hacia el desierto para desenterrar el cadáver de una bruja. Cuando accidentalmente profanan el cuerpo, aprenden que la única forma de detener la maldición sobre su familia es quemarlo antes del amanecer. Está protagonizada por Rene Leech, Shaun Duke Jr., Andrew Gabriel, Piotr Adamczyk, Orianna Herrman, Samantha Turret, Diane Worman y J. Aaron Boykin. La película ha podido verse en la Sección Piazza Grande del Locarno Film Festival 2023.
Leyendas sobre brujas ocultas en las estrellas
Falling Stars es un filme independiente y de bajo presupuesto que está realizado a cuatro manos por Gabriel Bienczycki y Richard Karpala quienes realizan un acercamiento oblicuo al cine de terror. De esa manera, con los pocos recursos técnicos con los que cuentan, utilizan el ingenio para consolidar una atmósfera enrarecida con la impregnan su película para sostenerla en base a la insinuación por encima de lo que pueden mostrar.
La acción nos sitúa durante la primera «noche de la cosecha» en un pueblo californiano cercano al Joshua Tree donde tres hermanos parten hacia el desierto para desenterrar lo que podría ser el cadáver de una bruja. Desde el principio, la película busca ubicarnos en un lugar recóndito, aislado de la civilización, tanto por la árida situación geográfica como en un sentido espiritual. Todos los personajes aparecen sometidos a los designios de viejas leyendas del folclore mitológico de la zona, y sus acciones están supeditadas a vivencias que tiene relación con extraños eventos del pasado sin una explicación lógica.
La película comienza citando una de esas leyendas. Cada año, con la Luna Llena de finales de Octubre, las brujas usan la noche como cobijo para descender del cielo y comenzar la cosecha (en este caso, humana). Cualquier persona que durante esa noche se encuentre fuera de un refugio que le proteja de las brujas acabará irremediablemente engullido por la oscuridad. Son muchas las desapariciones registradas en el pueblo en los últimos años y esa noche vuelve a haber Luna Llena…
Fuera del refugio
La premisa de Falling Stars es tan interesante como inquietante. Esa nueva noche de Luna Llena los tres hermanos, Mike (Shaun Duke Jr.), Sal (Andrew Gabriel) y Adam (Rene Leech), están decididos a acabar con la maldición que acecha el pueblo y la única forma para hacerlo es quemar antes del amanecer el cadáver de la bruja que un amigo de la familia, Rob (Greg Poppa), ha hallado en el desierto. Para ello, los cuatro deberán poner en riesgo sus vidas y salir de casa en mitad de la noche. Son muchos los que lo probaron antes y nunca regresaron.
Esta idea de «estar a salvo en el hogar como refugio del mal exterior» se les ocurrió a los guionistas en plena época de pandemia, así que la película también puede verse con una lectura alegórica que nos hablaría sobre la necesidad de romper el aislamiento para construir un futuro sin miedo. Y es que, más allá de flirtear con el cine de género, Bienczycki y Karpala, proponen un relato de aprendizaje en primer término, un coming of age donde la hermana menor deberá explorar su interior para hallar la valentía que puede hacerle sobrevivir.
La película tiene una ambientación nocturna y minimalista, gran parte de la acción transcurre en el interior de un coche, los directores apuestan por una cámara nerviosa con secuencias de cambios rápidos entre planos en busca de un mayor dinamismo que escenifique la sensación de ansiedad por la que pasan sus protagonistas.
El relato y la palabra
Sin embargo, Falling Stars adolece de un ritmo demasiado contemplativo que recurre a los diálogos para hacer avanzar la acción. En uno de ellos el personaje de Mike explica a sus hermanos que «Nadie ha visto nunca a una bruja con sus propios ojos», es una forma de anticipar que nunca se nos mostrará en pantalla a las brujas y que cualquier ataque ocurrirá fuera de cuadro (no había dinero para efectos visuales). De ese modo, la intriga irá decayendo a medida que seamos conscientes que todo quedará reservado a nuestra imaginación, más allá del lirismo de esa imagen con las estrellas fugaces del título que vaticinan el descenso de las brujas desde el cielo.
Al igual que hizo recientemente The Vast of the Night (Andrew Patterson, 2019), la película concibe su discurso de la transmisión del relato a través de la palabra como acontecía con las leyendas antiguas que se explicaban alrededor del fuego. Aquí servirá de nexo un programa de radio al que la gente llama para explicar sus experiencias «paranormales». No llega a ser algo determinante para el desarrollo de la trama, pero ofrece un contexto de credulidad atemporal que nos hace entender mejor a los personajes.
Falling Stars es una película pequeña, con mejores ideas que resultados, que permite a sus autores acercarse sin complejos al género, sin llegar a disponer de los medios adecuados para hacerlo. A partir de ahí, la exploración de lo desconocido (sea real o no) adopta texturas que nos remiten a Carpenter, Fulci o Craven, salvando las distancias. La sensación agridulce que nos quedará al final, tal vez, nos invite a buscar estrellas fugaces en el cielo que vaticinen la llegada de brujas que sí podamos ver aun a riesgo de ser capturados por ellas.
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