Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Campeonex
Nuestro equipo de “campeones” abandona el baloncesto para adentrarse por error en el fascinante mundo del atletismo de la mano de una entrenadora novata en Campeonex. Entre las duras exigencias de la nueva disciplina y la sorprendente capacidad de la entrenadora para atraer todo tipo de desgracias y calamidades, todo acabará saliendo del revés.
Javier Fesser (El Milagro de P. Tinto, Camino, Mortadelo y Filemón contra Jimmy el cachondo, Campeones, Historias Lamentables), ganador de 7 premios Goya y nominado a los premios Oscar de la Academia de Hollywood, dirige esta secuela y firma el guion junto a Athenea Mata, la actriz que dio vida al personaje de Sonia en la primera entrega. En el guion ha colaborado también David Marqués, coautor de la primera entrega.
En Campeonex nos reencontramos con los emblemáticos protagonistas de Campeones: Jesús Vidal, Gloria Ramos, Sergio Olmo, Jesús Lago Solís, José de Luna, Fran Fuentes, Alberto Nieto, Roberto Chinchilla y Stefan López, a los que ahora se suman nuevas incorporaciones como Elisa Hipólito, la nueva entrenadora, Ángel Medina, Jelen García, Claudia Fesser y Brianeitor, la verdadera estrella de esta nueva entrega y un ejemplo de superación y actitud ante la vida que, bajo el nombre de Brianeitor2002, es el gamer y streamer del momento, con millones de seguidores. La película se estrena el 18 de agosto de 2023 de la mano de Universal Pictures.
Directa al corazón y a los nuevos tiempos
En 2018 nos emocionamos, lloramos y reímos con Campeones, y mucho se ha hecho esperar esta secuela, pero parte de la culpa la tiene el objetivo de distanciarse de su predecesora y conseguir un guion que no reiterara lo ya visto para aportar algo diferente al espectador. Partir con la simpatía del público era algo que jugaba a su favor, pero en vez de sacar una secuela rápidamente para aprovechar el tirón de su primera entrega, han adaptado la película a los nuevos tiempos introduciendo los eSports.
Si algo se puede decir de Campeonex es que es un regreso triunfal a nuestros corazones. Puede que ya no cuente con el efecto sorpresa de la primera entrega al conocer de lo que son capaces sus personajes principales, pero Javier Fesser vuelve a emocionarnos con este entrañable grupo de campeones. Cambian los tiempos, cambia su deporte, pero no cambia su capacidad para superarse y sacarnos sonrisas mientras nos emocionan. Por desgracia, no todo vale para emocionarnos, y aunque a punto de lagrimita si que nos tienen en algunos momentos, se fuerza demasiado algo que parecía hecho de forma más natural en la primera película.
La cercanía como clave para el éxito
Tras un éxito sin precedentes como fue Campeones, Javier Fesser se ha acompañado en la escritura del guion de Athenea Mata y David Marqués, y parece que lo único que tenían claro es que los personajes debían ser de nuevo el centro de la historia, unos personajes cercanos y naturales que son los que atraen al espectador. Cierto es que gracias a ellos y al guion se intentan criticar muchos de los estereotipos que se tienen con las personas con alguna discapacidad, aunque en ocasiones parece que no han conseguido diálogos suficientemente elaborados para que sonriamos, e incluso por momentos tenemos la sensación de tener una sonrisa tonta de vergüenza ajena más que por lo divertido del guion.
De lo que no hay duda es que, aunque muchos diálogos parezcan forzados para hacernos sonreír, no faltan escenas para emocionarnos, además de incluir un extra de espectacularidad que no tenía Campeones gracias a la puesta en escena de la final deportiva a la que se enfrentan los protagonistas. Todo un espectáculo de luz y color que nos aleja demasiado de los personajes, que son lo verdaderamente importante.
Entre el atletismo y los eSports
Campeonex repite muchos de los aspectos que hicieron de Campeones un éxito, como es introducir a un grupo de personas con discapacidad en un deporte con el objetivo de triunfar, aunque para ellos lo verdaderamente importante es compartir esos momentos. En esta ocasión dejan de lado el baloncesto para comenzar a practicar atletismo por el fallo de su entrenadora a la hora de inscribirlos, pero sin casi darnos cuenta giran a los eSports para aprovechar otra de las incorporaciones de la película, Brianeitor.
Esta segunda parte de la película es la que a muchos espectadores echará fuera de la historia, pues los aficionados a los deportes virtuales puede que disfruten, pero se resta demasiada atención al grupo para dársela prácticamente toda a Brianeitor, seguramente por intentar ganar los millones de seguidores que tiene este gamer/streamer. En este punto, torna la película casi en un publirreportaje de eSports o en una larga partida retransmitida sin importar demasiado lo que suceda a quienes, como yo, interese poco ver a gente jugando al ordenador, pero el patrocinio de Movistar Riders tenía que dejarse ver en algún lado, y el público joven puede sentirse más atraído por la película si tocan algo cercano a ellos.
Brianeitor es un gran fichaje para la película, una incorporación de renombre y todo un experto en el nuevo deporte al que se enfrentan los protagonistas, uniéndose a un reparto ya conocido que sigue funcionando bien aunque tengan diálogos más flojos y repetitivos que en la película predecesora. Pero, igual que hay incorporaciones, hay ausencias, y echamos de menos a Javier Gutiérrez, a quien es difícil olvidar tras su increíble trabajo en Campeones, siendo su función de entrenador la que adopta la recién incorporada Elisa Hipólito, debiendo aprender a trabajar con este grupo y enseñar todo lo que sabe para triunfar en su nuevo deporte. Por desgracia, tanto Hipólito como la también recién incorporada Jelen García no consiguen tener tan buenos momentos como los que disfrutamos con Gutiérrez, aunque su química sea palpable desde el primer momento.
En resumen, Campeonex es una extensión perfecta de Campeones, una secuela que vuelve a emocionarnos y sacarnos más de una sonrisa gracias a su reparto, pero acaba perjudicada por la ausencia del efecto sorpresa y por una duración que prolonga en exceso la repetición de ideas y la presencia de los eSports.