Las críticas de Laura Zurita:
Una vida no tan simple
Isaías (40) era un arquitecto prometedor, pero ya le quedan lejos los premios que ganó en su juventud. Ahora vive con la lengua fuera entre el parque donde juega con sus hijos y su estudio de arquitectura, donde se lamenta con su compañero Nico. Dondequiera que esté, Isaías siente que no está donde debería. Y cuando está con Ainhoa, su mujer, se les nota lo agotadores que pueden ser los hijos cuando son tan pequeños. En el parque, entabla una amistad con Sonia, madre de otro niño del cole, con quien aprende que esto de criar a tus hijos y entrar en la vida adulta no es tan simple. Nunca lo fue.
Reflexiva y divertida
Una vida no tan simple es una película muy reflexiva, pero rodada de forma divertida, y escrita con mucho humor. A pesar de su aparente ligereza no es una comedia, hay momentos intensos y la infiltra una suave melancolía, sobre todo en la segunda mitad.
En el prólogo de Una vida no tan simple, el protagonista acaba de ganar un premio a jóvenes arquitectos. Isaías está exultante, con su traje de chaqueta y su premio, va a tener un hijo y a comerse el mundo. Años después, su vida es como muchas. Tras la prometedora carrera en su juventud, su estudio y su vida languidecen, mientras su esposa sigue adelante con su carrera. Tiene dos hijos, que ocupan mucho de su tiempo y su energía. Sin duda los quiere mucho, pero también tiene la impresión de que lo atan en su día a día.
Una vida no tan simple reflexiona sobre la angustia de Isaías cuando la vida no cumple con sus expectativas, sobre cómo a los 40 ya no se es joven, siendo todavía joven, y cómo la edad adulta afecta a la vida de pareja. Isaías parece desear el tesoro que hay al otro lado del arcoíris, tan valioso por estar fuera de nuestro alcance.
La película cuanta una historia en apariencia sencilla, una serie de días en la vida de una familia. La dirección no llama la atención sobre sí misma, el director trabaja, sobre todo, con planos medios y amplios en los que los personajes se mueven e interactúan, pero sus gestos simples y sutiles demuestran que Félix Viscarret es un estupendo realizador con un entendimiento sofisticado e intuitivo del lenguaje de la imagen. Los movimientos de cámara y la forma de la que están montadas las escenas son muy elocuentes, llegando más allá de lo que los personajes se atreven a decir en voz alta.
La tensión va creciendo poco a poco, y los personajes se van desplegando ante nuestros ojos, iniciando una deriva que no será fácil detener. El final no es del todo satisfactorio, pero quizás la vida sea eso, que no acaba con gesto definitivo bien empaquetado y la palabra fin, sino que siempre amanece un nuevo día.
Buena técnica y buenas actuaciones
Los aspectos técnicos están cuidados al detalle, la fotografía es consistentemente melancólica y los diálogos se entienden a la perfección. Los espacios nos dicen mucho de los personajes que los habitan, desde el inmaculado estudio hasta el apartamento de Isaías, con juguetes invadiendo hasta el último rincón. El vestuario de Una vida no tan simple tiene también su propio lenguaje, y la ropa de los personajes reflejan sus situaciones anímicas. Los jerséis informes de colores neutros acompañan a la monotonía, y la ropa más alegre acompaña a los personajes cuando están en mejores momentos
En una historia con una apariencia tan simple, las actuaciones son esenciales para despertar la empatía y el interés de los espectadores. Miki Esparbé como Isaías compone un personaje lleno de verdad. Está frustrado y algo triste, pero tiene una desarmante capacidad para reírse de sí mismo que lo hace amable y vivo. Álex García es Nico, mucho más realista y cercano. La férrea amistad entre ambos se forja en los hechos, mucho más que las palabras. Y Ramón Barea como Don Antonio, en un papel pequeño, vuelve a mostrar su buen hacer, entrando en la piel de su personaje con honestidad y entereza.
Una vida no tan simple es un drama profundo y sentido, entregado con ingenio y empatía, por lo que resulta una película a la vez divertida y melancólica y un visionado muy satisfactorio.
Una de las mejores películas españolas del año por el momento… pero dudo que vayamos a ver muchas más tan espléndidas. 8/10
Muchas gracias por leernos y comentar. La película es estupenda, y también es cierto que el cine español está de enhorabuena u dando muchas y agradables sorpresas.
nos alegra mucho que te haya gustado.