Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Ciclo Takeshi Kitano
Outrage 3
Cinco años después del estreno de Outrage 2, Takeshi Kitano volvió a la carga con la última entrega de la trilogía Outrage que inició en 2010, la cual supuso su retorno a las películas de yakuza que había abandonado desde que en el año 2000 estrenara Brother. Presentada en el Festival de Venecia y aclamada por crítica y público, siendo la más taquillera de la trilogía con casi 1.5 millones de espectadores en Japón, en Outrage 3 Kitano se reúne de nuevo con sus habituales colaboradores: Keiichi Suzuki, compositor de la banda sonora de las tres películas Outrage, así como el director de fotografía Katsumi Yanagishima quien siempre trabaja con Kitano. En el reparto, junto al propio Kitano, quien escribe y dirige la película, repiten Toshiyuki Nishida, Yutaka Matsushige y Sansei Shiomi, además de incorporarse Nao Omori y Pierre Taki.
Cerrando la trilogía
Takeshi Kitano es conocido en su país de origen por su talento para la comedia y sus apariciones en televisión, pero en Occidente la mayoría de los espectadores lo reconocen por ser un icono del cine de la yakuza o mafia japonesa, en gran parte por películas míticas como Brother, y en parte por la exitosa trilogía Outrage. En esta trilogía, que se cierra con Outrage 3, Kitano hace las veces de director, guionista y actor principal, y aspiraba a realizar un gran retrato del crimen organizado a la vez que desmitificaba a la yakuza.
A pesar de haber referencias a las dos películas previas a ésta, no es necesario haberlas visto, no solo por la cantidad de personajes que se han quedado por el camino, sino también por lo sencillo de la trama. En Outrage 3, tras haber sobrevivido a la guerra entre las familias Sanno y Hanabishi, el antiguo jefe Otomo vive en Corea del Sur trabajando para Chang, un importante hombre de negocios con intereses en Japón. Un incidente menor provoca que la tensión aumente entre Chang y los Hanabishi, hasta que el conflicto estalla en mil pedazos poniendo en peligro la vida del propio Chang. Es en ese momento que Otomo toma la decisión de volver a Japón para resolver el problema como solo un yakuza de la vieja escuela sabe hacer.
Más de lo mismo, para bien y para mal
Cerrar una trilogía supone mantener una coherencia tanto narrativa como visual para que todo quede en orden, y de la misma manera, también es lógico que cualquiera que haya visto las dos primeras entregas tenga claro lo que se va a encontrar en esta tercera entrega.
Podríamos resumir Outrage 3 como un festín de sangre y exaltación del honor y la lealtad, aunque alejándose (y casi burlándose) de la imagen que se tiene de la yakuza, como nobles criminales con palabra, y también con una decreciente espiral de violencia en comparación con lo visto hasta el momento. Muertes no faltan, pero no llegan al nivel previamente visto, de la misma forma que podríamos decir que aporta más bien poco como cierre de la trilogía, con muchas escenas similares y una temática que se reitera una y otra vez sobre la misma base.
Poca sangre y mucho personaje
Outrage 3 es bastante engorrosa a nivel de personajes por la compleja red yakuza que presenta. Por momentos, parece que vamos a perder el rastro de algunos personajes y no saber hacia donde se dirigirían sus intrigas, aunque ciertamente importa poco quién se enfrenta a quién, pues Kitano quiere recrearse sin piedad en la ridiculez de los supuestos grandes jefes de los clanes yakuza, quienes hablan mucho del honor pero se apuñalan por la espalda.
Kitano es fiel a su estilo, y no cesa en su empeño de empapar la película con su peculiar humor negro, pero por desgracia Outrage 3 no genera el suficiente interés en su trama como para captar toda nuestra atención, siendo una película que se disfrutará más no solo siendo fan de Kitano, sino concretamente de la saga Outrage.
Outrage 3 supone el esperado cierre de la trilogía pero sin nada nuevo que ofrecer, siendo más débil que sus predecesoras. A pesar de ser un final que todos queríamos ver, no está a la altura de las expectativas, aunque es necesario su visionado para cerrar el círculo.
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Outrage 3
