Las críticas de Daniel Farriol:
No estarás sola (You Won’t Be Alone)
No estarás sola (You Won’t Be Alone) es un drama serbio-australiano con elementos fantásticos y de folk horror que está escrito y dirigido por Goran Stolevski (Of an Age). La historia nos sitúa en un aislado pueblo de montaña en la Macedonia en pleno siglo XIX, donde una joven vive encerrada por su madre hasta que un día es secuestrada y transformada en bruja por un espíritu ancestral. A partir de entonces su alma irá ocupando nuevos cuerpos para entender mejor el mundo que le rodea.
Está protagonizada por Noomi Rapace (Cangrejo negro, Lamb), Alice Englert (Las amistades peligrosas, Bad Behaviour), Anamaria Marinca (The Chelsea Detective, Nico, 1988), Sara Klimovska (Kaymak, Willow), Carloto Cotta, Félix Maritaud, Arta Dobroshi y Verica Nedeska. La película se estrenó internacionalmente en el Festival de Sundance 2022 y se presentó en España dentro de la programación del Festival de Sitges 2022. Sin pasar por salas comerciales ha llegado a plataformas como Movistar+ o Rakuten TV el 21 de Octubre de 2022.
La mujer-bruja y el entorno
En su extrañeza y peculiaridad, la película No estarás sola (You Won’t Be Alone) es un drama psicológico con elementos sobrenaturales que, en realidad, utiliza el cine de género para componer una fábula feminista que aborda temas tan profundos como la identidad o el humanismo. Así pues, aunque trata de soslayo la brujería y contiene escenas sangrientas bastante gráficas, que nadie espere enfrentarse a un filme de terror al uso. La ópera prima del australiano-macedonio Goran Stolevski se sitúa en pleno siglo XIX, en los territorios de una Macedonia pre Primera Guerra de los Balcanes que ya había sufrido las heridas de diversas ocupaciones y conflictos étnicos. Una tierra árida y en constante mutación que a lo largo de la historia ha ido cambiando de forma, de nombre, de costumbres, de religión… transformándose dentro de la película en un símbolo abstracto que define a la propia protagonista.
El filme utiliza la nigromancia y el folclore popular para explorar con detenimiento las características intrínsecas a los seres humanos, así como las diferencias existentes entre hombres y mujeres en una sociedad heteropatriarcal. Si nos ceñimos estrictamente a la trama, veremos a una niña llamada Nevena (Leontina Bainovic, de pequeña, Sara Klimovska, de mayor) que vive recluida en una cueva porque su madre intenta evitar que se cumpla una maldición donde una bruja prometió arrebatársela cuando solo era una bebé. La profecía inevitable acabará pasando y la bruja María (Anamaria Marinca), apodada Wolf-Eateress (devoradora de lobos), un día aparecerá en la cueva para llevarse consigo a una chica ya adolescente a la que adoptará como su propia hija e intentará ilustrar mediante sus conocimientos acerca de la magia y de la vida.
De cuerpo en cuerpo
Nevena, adquirirá el poder de ocupar los cuerpos ajenos y se convertirá en una joven aprendiz de bruja ingenua e inexperta, ya que hasta entonces estaba acostumbrada a vivir en soledad dentro de la cueva y no conoce el funcionamiento de las relaciones sociales. Observará ese mundo nuevo desde una curiosidad casi infantil, aprendiendo acerca del amor y del dolor mientras vaya morando en los distintos cuerpos que elige en un trayecto vital que es una suerte de coming of age sobrenatural. Durante el proceso sufrirá en sus propias carnes la discriminación social de las mujeres, pero también la decepción por el incumplimiento de las expectativas sociales cuando ocupe el cuerpo de un hombre. Su personalidad, pues, se irá labrando por encima de cualquier identidad de género la vivir diferentes vidas que no le hacen perder la esencia inicial de quién verdaderamente es ella.
La película propone un giro original a un tema recurrente en el cine como es el intercambio de cuerpos o la transmutación de almas, punto de partida para multitud de comedias que normalmente conllevan el intercambio de sexo entre los protagonistas como Este cuerpo me sienta de muerte (Christopher B. Landon, 2020), historias de aprendizaje personal dentro de un mismo cuerpo como Family Man (Brett Ratner, 2020) o Big (Penny Marshall, 1988) o en películas de terror como Fallen (Gregory Hoblit, 1998) donde un demonio necesitaba habitar cuerpos humanos para sobrevivir y seguir transmitiendo el mal.
No estarás sola (You Won’t Be Alone) da una vuelta de tuerca, por momentos, apasionante, que lleva mucho más allá de la anécdota esta migración caníbal de almas donde los cuerpos humanos se utilizan como envases desechables. Aquí el anfitrión es devorado por el huésped para ocupar su lugar de manera irreversible.
Bajo la piel
No estarás sola (You Won’t Be Alone) es cine fantástico con marcado acento autoral que ofrece pasajes de gran belleza visual a menudo lastrados por una machacona voz en off que subraya la acción en exceso. Un folk horror de autor que suma de la visión antropológica acerca de la hechicería que encontrábamos en La bruja (Robert Eggers, 2015) con la mirada humanista bajo el prisma preciosista que desprende la cámara de Terrence Malick. La experiencia resulta hipnótica y contiene muchos puntos de interés, aunque acaba siendo agotadora. Sus ideas extraídas del fantástico se diluyen en esa visión poética que abarca el autodescubrimiento de la protagonista en un entorno de cambios sociales que afectan a las regiones balcánicas.
Esta bruja de distintos rostros (entre ellos el de Noomi Rapace) termina emparentada durante su búsqueda a la alienígena de Under the Skin (Jonathan Glazer, 2013), pero sin alcanzar el mismo calado emocional ni la capacidad de síntesis que tenía aquella joya del fantástico reciente. No estarás sola (You Won’t Be Alone) tiene una mirada casi documental en su apreciación del folclore eslavo y del costumbrismo rural en una tierra acostumbrada a la mutación cultural durante distintas fases históricas en las que tuvo el predominio griego, romano, bizantino u otomano. Así pues, podemos trazar un evidente paralelismo entre el viaje interior que realiza esa nigromántica con la propia evolución del país en que se desarrolla la historia para posicionar la brujería como acto de rebeldía frente a la falocracia y llevar algunas de sus reflexiones hasta nuestros días.
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You Won't Be Alone
