Hoy ha llegado a Netflix Thermae Romae Novae, adaptación de la obra maestra de Mari Yamazaki, «Thermae Romae», galardonada en 2010 con el Manga Taishō, premio anual al mejor manga, y con el de la mejor historia corta en la 14.ª edición del Premio Cultural Tezuka Osamu.
La propia Mari Yamazaki participa en la adaptación como compositora de esta serie en la que descubrimos por qué Lucius quería convertirse en diseñador de termas y viaja en el tiempo, no solo al Japón actual sino también a la época Edo, en esta secuela con historias que no cuenta el manga original.
En Thermae Romae Novae, el Imperio romano ocupó la cumbre de la Antigüedad clásica. Y las thermae (termas) eran una parte esencial de la vida cotidiana romana. Lucius sigue los pasos de su padre y de su abuelo para convertirse en diseñador de baños públicos. Sin embargo, cuando lo despiden por considerar que tiene ideas anticuadas, su futuro profesional queda en entredicho. Un buen día, es absorbido por un gran desagüe en los baños públicos y aparece en… ¡unas termas japonesas! Lucius, que ignora que ha viajado en el tiempo, queda conmovido por la cultura japonesa de las casas de baños, con sus murales y sus bebidas de leche y fruta. De modo que decide llevar a Roma todas esas cosas que mejoran la experiencia del baño y se convierte en un diseñador de termas de éxito.