Las críticas de Daniel Farriol:
Best Sellers
Best Sellers es una comedia dramática canadiense dirigida por Lina Roessler con guion de Anthony Grieco (Buzzed). La historia nos muestra a la joven Lucy Standbridge que ha heredado la editorial de su padre, pero la falta de ventas la está llevando a la bancarrota. Desesperada, descubre que el escritor Harris Shaw, un viejo cascarrabias y alcohólico que escribió un libro de gran éxito décadas atrás, tiene todavía un libro por entregar según su contrato. Está protagonizada por Michael Caine (Rey de ladrones, Un golpe con estilo), Aubrey Plaza (Black Bear, Emily the Criminal), Scott Speedman (Animal Kingdom, Cautivos), Ellen Wong (The Void, The Christmas Setup), Cary Elwes (Ruega por nosotros, The Hyperions), Luc Morissette, Veronica Ferres y Frank Schorpion. La película se puede ver en Rakuten TV y ahora en Movistar+ desde el día 6 de Febrero de 2022.
El mundo editorial que se va a pique
No es Best Sellers una película perfecta y, en muchos momentos, se convierte en una comedia bastante superficial y previsible. Aún así, tiene suficientes elementos en su interior que la hacen interesante y, más allá de ese tono desenfadado, se ocultan algunos debates con cierta carga de profundidad. La historia nos presenta inicialmente a Lucy Standbridge, una joven editora que ha heredado la editorial de su padre, pero que no consigue mantenerla a flote con el lanzamiento de libros que no dejan de recibir críticas despiadadas.
Es un planteamiento inteligente que nos sugiere varios asuntos desde ese punto de partida. Por un lado, el peso de la responsabilidad y el cumplimiento de las expectativas, algo que se hace más notorio al ser la protagonista una mujer joven que es tratada con bastante condescendencia en los comentarios que recibe. Por otro lado, la deriva del mundo literario en el que solo sobreviven novelas de consumo rápido del escritor de moda, siendo complicado abrir camino a nuevos autores (esto sería fácilmente extensible al mundo del cine actual), así como la existencia de una crítica destructiva que no tiene en cuenta el esfuerzo que hay detrás de cada libro/película.
La joven editora y el viejo escritor rebelde
Lucy descubre el contrato que su padre firmó hace años con el escritor Harris Shaw, cuya primera novela fue todo un éxito de ventas, y que debería haber entregado un nuevo original a la editorial. Con el agua al cuello y con la empresa a punto de ser absorbida por otra de mayor éxito, la chica decide que ese contrato puede ser el golpe de suerte que lleva buscando desde hace años. ¿Cuál es el problema? Pues que Harris Shaw es un sosias de J.D. Sallinger y vive retirado como un ermitaño sin contacto con el exterior (hasta lanza el teléfono por la ventana cuando las llamadas le impiden escribir en su máquina de escribir antigua).
La joven editora convencerá al viejo cascarrabias, adicto a la botella de Johnnie Walker etiqueta negra, para publicar la nueva novela que acaba de terminar y realizar juntos una gira de promoción. Best Sellers se convierte entonces en una especie de road movie protagonizada por una pareja de antagonistas que deberá aprender a convivir con sus diferencias de actitud y generacionales para alcanzar la suficiente confianza que les hará aprender al uno del otro. Más allá de los estereotipos en la caracterización de los personajes, forzados aquí para potenciar el humor sarcástico, la película se beneficia enormemente de contar para esos roles con Sir Michael Caine, siempre encantador y elegante incluso escupiendo exabruptos por la boca, y Aubrey Plaza, la musa del cine indie norteamericano que como es habitual aporta un halo misterioso y singular a su trabajo.
«Bullshit» como lema literario
Best Sellers es una comedia de apariencia sencilla que reflexiona sobre cómo afecta el paso del tiempo al tener que lidiar con la ausencia (la mujer y el padre, en el caso del escritor y la editora, respectivamente), sin perder de vista los cambios que también se están produciendo en el mundo literario. Hay una crítica de brocha gorda relacionada con la creación de iconos mediáticos inmediatos a través de internet donde lo que menos importa es el talento del autor sino el «meme» y también con la pérdida del hábito de la lectura en la sociedad actual cuya mayor influencia cultural se reduce a esas mismas redes sociales (durante la gira la editora decide vender camisetas con el lema «Bullshit» en lugar de libros para acaparar la atención de los asistentes a las presentaciones).
Aunque la ópera prima de Lina Roessler tiende a la esquematización de todos esos temas, Best Sellers resulta entretenida y consigue una inesperada química entre sus dos protagonistas. Además, durante la media hora final encuentra espacio para la emotividad y contiene un desenlace que cierra a la perfección esta historia, eso sí, dentro de la previsibilidad que nos espera en el destino de este viaje en busca de la autenticidad, la literaria y la humana.
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