Ayer, durante la cuarta jornada de la 31 Semana de Cine de Medina del Campo, el actor Andrés Gertrúdix (Madrid, 1977) recogió el Roel de Actor del Siglo XXI, galardón que señala su trayectoria, que inició hace 20 años en cortometrajes, como una de las que marcarán el futuro del panorama cinematográfico nacional
El actor comentó:
Me siento muy agradecido, son 20 años de carrera en los que he visitado este festival muchas veces, siempre con ganas e ilusión, con el placer de encontrarme con amigos, de sentirme querido y respetado. De alguna manera, se ha cerrado un círculo: yo empecé con cortometrajes, aquí he estado con Achero Mañas y con Daniel Remón, por ejemplo, también presentando largos. […] He sido jurado, he acompañado a otros premiados… Y, ahora, me entregan este reconocimiento, y lo considero un lujo, todo un honor.
Gertrúdix, ganador en 2007 de la Biznaga de Plaza en el Festival de Málaga por su trabajo en un corto, Verano o los defectos de Andrés, de Jorge Torregrossa, ha alabado el papel de la Semana de Cine de Medina del Campo en la puesta en valor del cortometraje:
Citas como esta son como la reserva de los indios, allí donde se mantiene la ilusión por aquellos que el día de mañana contarán nuestra historia cinematográficamente. En mi carrera lo que más he hecho ha sido cine, en largo y en corto, porque siempre he tenido la necesidad de acercarme a la gente más joven, a los que empiezan a crear, porque pienso no sólo que son el futuro, sino que hay en ellos una sensibilidad generacional y una manera de ver el mundo muy especiales. Tenéis mucha suerte de descubrir a nuevos talentos.
Uno de los cortos con los que visitó Medina fue Tu(a)mor, de Fernando Franco, quien le ha dirigido en su papel más aplaudido hasta la fecha, el de Luis en Morir, por el que optó al Goya a Mejor Actor en la última edición de los galardones.
El actor ha apuntado:
No creo que una película te cambie por completo, pero son experiencias vitales muy intensas que te ayudan a comprender más quién eres y qué quieres ser en la vida, y eso lo he sentido especialmente con Morir. Trabajábamos con material muy inflamable, con la vida y la muerte, y sabíamos que había que ser muy rigurosos, así que estuvimos ensayando seis meses antes de empezar el rodaje, cuando lo normal es hacerlo una o dos semanas. Fuimos construyendo los personajes y la historia poco a poco, y llegó un momento en que me sentí realmente enfermo y que no me quería morir, ahí supe que había que parar y asimilar, para que todo estuviera vivo a la hora de rodar. Fue un proceso muy duro, el primer mes y medio no sabía ni dónde estaba, pero tenía que dejar que me tocase, que debía ser capaz de contarlo desde la más pura verdad… o no tendría sentido.
Además, comentó:
Empecé con La pistola de mi hermano, de Ray Loriga, y creo que esta profesión es un poco de departamentos estancos, que te quedas allí donde has caído. A partir de ahí, empezaron a ofrecerme papeles con un mundo interior muy potente, con historias complicadas, con los cuales yo no tengo nada que ver, porque he tenido una vida muy fácil.
Visiblemente emocionado al recordar a sus padres, señaló sobre ellos:
Me lo han dado todo. Con 15 años me mandaron a EEUU a estudiar y allí me apunté a la asignatura de teatro, y aquella experiencia fue la semilla de todo esto. Volví a España y empecé la universidad, pero a los cinco meses decidí que aquello no era lo mío, así que lo dejé y comencé en la Escuela de Juan Carlos Corazza.
Dos décadas después, sigue al pie del cañón. A finales de año estrenará Alegría, tristeza, de Ibon Cormenzana, en el que compartirá protagonismo con Roberto Álamo, Pedro Casablanc, Manuela Vellés y Carlos Bardem. Además, en estos momentos se encuentra inmerso en la grabación de la serie El fútbol no es así para Direct TV, una cadena latinoamericana. Daniel Calparsoro dirige el proyecto, ambientado en la ciudad de León y que se adentra en los entresijos del universo futbolístico, «en su cara B». Además, la serie se rueda en el Vicente Calderón y, curiosamente, Gertrúdix es forofo del Atlético de Madrid.