«Todo se basa en cifras y cómo se perciben las cosas. Inevitablemente esto es un negocio.»
El creador de la saga, Miller, dijo a sus seguidores en la Comic-Con del año pasado:
«Con el fin de contar esta historia, se nos ocurrieron otras dos. Hemos escrito el guión de una y la novelización de otra, pero es una novela muy áspera … Seguimos trabajando en ellos mientras estábamos trabajando en otras cosas».
Lo cierto es que sacar adelante esta película ha sido algo más duro de lo habitual, pues Hardy se unió al proyecto a finales de 2009, el rodaje no comenzó en Namibia hasta mediados de 2012, y una vez que la producción ya estaba en el desierto no pararon de surgir inconvenientes, como problemas técnicos, exceso de presupuesto, tener que regrabar escenas e inevitables accidentes derivados de la multitud de escenas arriesgadas que se requieren.
Hardy, sobre todo ésto, ha comentado:
«Por suerte nadie murió. Estábamos en el medio de la nada, tan lejos del estudio [Warner Bros] que no pudo ver realmente lo que estaba pasando, y sólo hacer las cosas desde y hacia el set era un pesadilla. Perdimos la mitad de un vehículo en la arena y tuvimos que sacarlo. Era sólo esta unidad en medio de x millones de kilómetros cuadrados de desierto, y luego este grupo de lunáticos en cuero, como una fiesta muy rara de sadomaso, o convención de Ángeles del infierno. Era como el Circo del Sol fusionado con el puto Slipknot«.
Situada cronológicamente tras los hechos de Mad Max 2, el guerrero de la carretera, la historia contará cómo Max pasa de ser un oficial de policía a un superviviente en mitad del desierto, donde casi todo el mundo está enloquecido luchando por las necesidades de la vida.
Fuente: Esquire