En declaraciones sobre X-Men: Días del futuro pasado, el director decía: «Hay muchísimo en juego, no sólo para el mundo y su futuro, sino para algunos de los personajes. Claramente hubo una enorme fragmentación entre los personajes desde el final de Primera Generación. Esos sucesos marcaron los caminos de los personajes. Esta película muestra a dónde llevan esos caminos».
Aun no hay una sinopsis oficial de la película, aunque si conocemos el argumento del cómic en el que se basa. Esta historia se encuentra en los números 141 y 142 de los cómic «Uncanny X-Men». La trama avanza en dos líneas temporales distintas. Por un lado, en el presente, los X-Men se enfrentan a la Hermandad de mutantes diabólicos, liderada por Mística. Paralelamente, la historia transcurre en un futuro en el que el senador Robert Kelly ha sido asesinado por dicha hermandad. En este futuro, el asesinato del senador ha desencadenado un fuerte sentimiento anti-mutante en la población. Unos robots llamados Centinelas encarcelan a los mutantes en campos de concentración, al mismo tiempo que se hacen con el control de Estados Unidos. Las demás potencias mundiales, ante la amenaza de los Centinelas, están a punto de lanzar un ataque nuclear contra Norteamérica. La mente de la Kitty Pryde del futuro se transfiere a su yo del presente para advertir a los X-Men del peligro. Los X-Men logran evitar el asesinato y la mente de la Kitty Pryde adulta regresa al futuro. Sin embargo, el futuro distópico sigue existiendo como línea temporal alternativa al futuro real con el nombre de Tierra-811.3
Tiene buena pinta. Aunque eso de líneas temporales alternativas (que no es lo mismo que una sola línea donde juegan con pasado, presente y futuro) nunca me ha gustado mucho.