Borja Cobeaga dirige y firma el guión de No controles, una alocada comedia protagonizada por Unax Ugalde, Alexanda Jiménez, Julián López, Miguel Ángel Muñoz, Secun de la Rosa y Mariví Bilbao que ha comenzado hoy a rodarse.
Ésta es la segunda película de Borja Cobeaga tras Pagafantas, y está producida por Telespan 2000, Antena 3 Films y Sayaka Producciones Audiovisuales. El rodaje se prolongará durante siete semanas y media en localizaciones de Bilbao y Madrid. El final de rodaje está previsto para el 28 de julio con vistas a su estreno en cines estas próximas Navidades de la mano de Vértice Cine. Dado que la acción transcurre en la Nochevieja de 2010, durante este verano podrá verse cómo las capitales bilbaína y madrileña adelantan cinco meses su decoración navideña para acoger el rodaje de la película y a su equipo artístico vestir abrigos, bufandas y guantes en pleno mes de julio.
En esta nueva comedia se nos presenta a Sergio (Unax Ugalde), quien no podía acabar peor 2010. Es Nochevieja, cae la mayor nevada en treinta años, todos los vuelos están cancelados y encima tiene que tomarse las uvas con el resto de pasajeros en un hotel de carretera. Pero eso no es lo peor. Sergio tendrá que ingeniárselas para conseguir en una sola noche lo que no ha conseguido en varios meses: recuperar a su ex-novia Bea (Alexandra Jiménez) antes de que se vaya a trabajar a Alemania. Todo ello con la ayuda de un grupo improvisado de viajeros que forman el peor equipo del mundo: un amigo de la infancia que quiere ser humorista (Julián López), un separado que viene cabreado de Punta Cana (Secun de la Rosa) y un empleado del Hotel que no tiene con quién celebrar la Nochevieja.
Lo cierto es que definen la pleícula como una desenfadada comedia romántica «de acción» donde todo tiene que ocurrir en una sola noche para que no sea demasiado tarde. Una mezcla entre Pagafantas y La Jungla de Cristal, una especie de La Jungla de Cristal del Amor. En palabras de Borja Cobeaga, No controles es una cuenta atrás en un espacio reducido que en la película de Willis era un sofisticado rascacielos y aquí es un anodino hotel de aeropuerto”.