Cuando los estudios Marvel anunciaron por primera vez la secuela, nadie estaba seguro de lo que la película podría ofrecer. Por un lado ahora tenemos a Justin Hammer (Sam Rockwell), un fabricante de armas que fantasea con ser él mismo el próximo Tony Stark, y por el otro, Vanko, que, mientras se encontraba en prisión en una cárcel rusa, crea su propio traje de batalla, y no tiene nada que envidiar al de Stark, salvo en el diseño. Rourke, por su parte, quería incluir algunos mejoras en su papel. «Le dije a Favreau, ‘no quiero interpretarle como en una p… dimensión'», dijo. «Me dejó tener una cacatúa, que hablaba con ella y se emborrachaba mientras yo estaba haciendo mi traje». Hasta aquí podemos leer, pues no sabemos que había tomado Rourke para hacer estas declaraciones… pero las hizo.
Scarlett Johansson se unió al elenco de la misteriosa Stark como un nueva asistente, Natasha, que tiene un alter ego, Viuda Negro. De esta forma se introducen detalles románticos inevitables y tensiones entre Stark y la ex asistente Pepper Potts (Gwyneth Paltrow), quien ha sido ascendida a directora general de Industrias Stark. «Los hombres quieren que sea, como, ‘Oh, las chicas se pelean por Tony’, pero no es así», dice Paltrow. «Hay una extraña lucha de gatas en las fantasías de los hombres» (como nos entiende esta mujer ;)).
Ahora solo queda saber si logran el éxito y el voto favorable de los fans del personaje que consiguieron con la primera y quieren repetir.
Fuente: PopWatch