martes, febrero 11, 2025

Crítica de ‘Hombre lobo’: Un mito renovado en una película que combina el terror y el drama

Las críticas de Laura Zurita:
Hombre lobo

Blake es un hombre casado y padre de familia residente en San Francisco que hereda la remota casa donde creció en una zona rural de Oregón tras la desaparición de su propio padre, dado por muerto. En plena crisis de pareja con su enérgica esposa Charlotte, Blake la convence para tomarse un descanso de la gran ciudad y visitar la propiedad con su hija Ginger. Todo se tuerce cuando, de camino a la granja y en plena noche, la familia sufre el brutal ataque de un animal al que no consiguen ver y, en un intento desesperado por huir, se atrincheran dentro de la casa mientras la criatura merodea por la zona. Pero, con el paso de las horas, Blake comienza a comportarse de un modo extraño y a convertirse en algo irreconocible, y Charlotte se verá obligada a decidir si esa monstruosidad es más letal que el peligro que acecha en el exterior.

Hombre lobo está dirigida por Leigh Whannell sobre un guion que coescribe con Corbett Tuck, y protagonizada por Julia Garner, Christopher Abbott, Sam Jaeger, Matilda Firth, Benedict Hardie, Ben Prendergast, Milo Cawthorne, Beatriz Romilly y Zac Chandler. La película se estrena en España el 17 de enero de 2025 de la mano de Universal Pictures.

Hombre lobo

Una nueva mirada sobre un mito ya conocido

El mito del hombre lobo en el cine ha evolucionado desde la inicial criatura de terror gótico a una variedad de interpretaciones. Surgido en las primeras décadas del siglo XX, el mito del licántropo fue popularizado por los estudios Universal con El Hombre Lobo, de George Waggner en 1941, retratado como una criatura trágica y condenada a una existencia monstruosa. Con el paso del tiempo, el hombre lobo se ha reinventado en diversas formas, desde el terror cómico hasta el horror psicológico. Películas como La Maldición del Hombre Lobo (Terence Fisher, 1961), Aullidos (Joe Dante, 1981), Un Hombre Lobo Americano en Londres, (John Landis, 1981) y En compañía de lobos  (Neil Jordan, 1984), continuaron el género, explorando temas más profundos y renovando el aspecto de la criatura

Hombre lobo se inspira en la película original de 1941, pero la actualiza sin perder su esencia, de manera paralela a como lo hiciera la película anterior del director, El hombre invisible (2020). El resultado es una cinta ágil y llena de tensión, que está especialmente concebida para los amantes del mito, pero puede ser disfrutada por el público en general.

Hay un punto en el título original de la película que nos da una indicación importante sobre ella. En el título en inglés no se usa la palabra tradicional para el hombre lobo, Werewolf, sino Wolf man, que es literalmente «hombre lobo». Eso nos indica que no vamos a ver una más de licántropo tradicional, sino que vamos a ver algo diferente. Diferente y, además, bueno.

Hombre lobo se toma su tiempo para presentarnos a los protagonistas, despertando así la simpatía de los espectadores y haciéndonos conectar con las personas que se verán afectadas por los acontecimientos de la película. En una introducción, vemos a un padre y un hijo, Blake, en la América profunda, una región que a veces nos resulta difícil de concebir y comprender, una a la que no llegan ni la electricidad ni el teléfono. El padre comenta lo difícil y peligroso que es vivir en un bosque y, como padre, siente la responsabilidad de proteger a su hijo. A través de su severidad, su cuidado y su preocupación, vemos su forma de expresar su amor por Blake.

Algunos años más tarde, nos reencontramos con Blake, ahora padre de familia, quien ha interiorizado la importancia de proteger a su hija Ginger, aunque ya no vivan en lo profundo del bosque. La esposa de Blake, Charlotte, es una mujer enérgica con un buen trabajo, pero la pareja atraviesa un momento difícil. Blake, Charlotte y Ginger son los personajes de Hombre lobo, que se enfrentarán a un hecho aterrador. Emprenden un viaje a la América profunda, que ha cambiado poco en estos años, y se enfrentan a algo que les cuesta comprender.

Hombre lobo cuenta con esos pocos personajes y los hechos centrales tienen lugar en pocas horas. La película se concentra en su historia y la narra con detalle, añadiendo una dosis de misterio al presentar la información poco a poco y mostrando más de lo que cuenta. El interés se refuerza al habernos acercado a un planteamiento de drama familiar. La tensión crece paulatinamente en el espectador, quien solo sabe lo que los personajes saben, sin recurrir a fuentes externas de conocimiento o referencias a leyendas o rituales. El terror acecha como una sombra que avanza, sin necesidad de sustos fáciles.

Cuando llega, el cambio en Blake es gradual pero evidente, pasando de ser la figura segura y protectora a algo desconocido. Charlotte debe enfrentarse a un peligro que no comprende y necesita utilizar sus recursos, perseverancia e inteligencia para salvar a su familia.

Hombre lobo

Ambiente opresivo y tensión constante

Hombre lobo se aleja de la narrativa tradicional en varios aspectos, renovando el mito y restando importancia a los aspectos más supersticiosos y sobrenaturales, sin perder por ello fuerza. Los efectos de transformación están muy logrados, con una mezcla equilibrada de efectos prácticos y digitales que otorga al resultado una corporeidad y una textura creíbles y atractivas. El diseño de sonido es impresionante, y junto con una fotografía oscura, crea una atmósfera inquietante y amenazadora. Es de destacar que, a diferencia de otras obras más chapuceras, aunque la cinta transcurre de noche en escenarios oscuros, siempre todo es lo suficientemente visible como para que el espectador tenga claro lo que sucede.

En el desarrollo y el final de Hombre lobo es vital la importancia de lo que hemos aprendido sobre los personajes y su historia, porque hace posible que la narrativa tengan sentido. Blake (Christopher Abbott) logra que nos conectemos con su destino y nos preocupemos por él, especialmente cuando se produce su transformación. Su actuación es muy meritoria, con escenas físicamente exigentes en cuanto a movimientos y expresión corporal. Charlotte (Julia Garner) y Ginger (Matilda Firth) actúan de forma discreta, y podríamos desear más matices en sus interpretaciones que las hicieran más interesantes. En Hombre lobo es destacable la fuerza y los recursos de Charlotte, a pesar de su físico frágil. No obstante, una actuación más expansiva que nos permitiera saber un poco más sobre Charlotte, hubiera ayudado a completar aún más la experiencia.

Hombre lobo es una obra de terror psicológico intenso, gracias a una narrativa sobria y personajes con los que es fácil empatizar. La transformación de Blake es gradual y creíble, y la tensión se mantiene, en tanto la película logra un equilibrio perfecto entre lo sobrenatural y lo humano. La interpretación de Christopher Abbott como Blake es sobresaliente, en una propuesta original que revitaliza el mito del hombre lobo.


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Hombre lobo

7.5

Puntuación

7.5/10

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