Las críticas de Laura Zurita:
Radical
Sergio, un profesor de primaria, se incorpora a uno de los colegios más problemáticos de una ciudad fronteriza mexicana. Dispuesto a potenciar a sus alumnos, pone en marcha un radical método de enseñanza basado en incentivar la curiosidad de sus estudiantes. Con creatividad y sentido del humor, Sergio se enfrentará a la incomprensión de sus colegas y a un entorno muy difícil para darle a los niños el mejor futuro posible. La película está basada en una extraordinaria historia real. Ganadora del Premio “Film Favorite Award” en el Festival de Cine de Sundance 2023.
Radical está dirigida por Christopher Zalla e interpretada por Eugenio Derbez, Daniel Haddad, Jennifer Trejo, Mia Fernanda Solis y Danilo Guardiola Escobar. La película se estrena en España el 15 de marzo de 2024 de la mano de A Contracorriente Films.
Una escuela en la frontera
En la Primaria José Urbina López, ubicada en Matamoros, Tamaulipas, se evidencia el desempeño más bajo de estudiantes en México, según el censo nacional. Matamoros, una ciudad fronteriza, alberga esta institución en un barrio desfavorecido, lo cual, en el contexto mexicano, es mucho decir. Las familias no solo se enfrentan la pobreza, sino también a la delincuencia y la violencia que son parte cotidiana de sus vidas. El grado de peligrosidad social de Matamoros queda definido en que el rodaje de Radical allí fue imposible debido a su reputación de ser peligroso, por lo que se optó por una localidad similar pero más tranquila. En esa situación, es comprensible que, para muchas familias, la educación no ocupe el primer lugar en sus prioridades. Los profesores enfrentan limitaciones tanto en recursos como en motivación, lo que casi inevitablemente se traduce en resultados educativos desalentadores. Al llegar un nuevo profesor, la frase irónica «Si respira, está contratado» resume la falta de criterio en la selección del personal.
El nuevo profesor es Sergio Iván Juárez Correa, joven y aún entusiasta, y llega a la escuela con la intención de implementar un método pedagógico basado en aprovechar la curiosidad natural de los niños, muy relacionado con la filosofía de Montessori. Sin embargo, el ímpetu y la iniciativa del profesor se enfrentan a enormes desafíos. Desde el punto de vista del planteamiento, Radical podría recordar a la estupenda El maestro que prometió el mar (Patricia Font, 2023). Las dos películas, no obstante, desde el punto de vista formal son muy distintas. El tono lírico de El maestro que prometió el mar contrasta con el marcado sesgo humorístico de Radical. Este humor, elegante y bien planteado, logra que el espectador pueda soportar mejor la crudeza de los hechos: políticos corruptos, desesperanza infantil y una criminalidad arraigada en la sociedad.
Entre los logros y la desesperanza
Radical con sus escenas bien planteadas, comentarios dosificados sabiamente y sin alharacas, refleja la ubicuidad de tales problemáticas en la sociedad de Matamoros, y la normalidad con la que se presentan las hace aún más escalofriantes. Merece la pena destacar que la película es realista, y muestra que un proyecto pedagógico de esta envergadura no solo depende de ideas ingeniosas ni hace milagros, sino que también exige planificación y un esfuerzo continuo por parte del profesor.
El desarrollo de Radical se basa en un arco dramático que puede resultarnos conocido, pero es original que su subtexto, al tiempo que es vitalista, tenga un cierto tono desesperanzado. Lo más terrible es la naturalidad con la que la población asume corrupción y el abandono de niños, aun gente que se consideran honrados integrantes de la sociedad. En un lugar como Matamoros no hay fórmulas mágicas, y la acción individual de un profesor no va a cambiar el hecho de que no haya igualdad de oportunidades.
La elección de los actores para sus respectivos roles en Radical es particularmente acertada. El protagonista, un excelente Eugenio Derbez, con su aspecto frágil, experimenta un desarrollo dramático interesante, con un pasado del que poco se habla, y momentos de desamparo que lo someten a una (o varias) montaña rusa emocional. Radical utiliza también actores no profesionales, seleccionados en la zona, que dan una visión sólida y realista de la población cuya historia se relata. Especialmente notables son los niños, que aportan naturalidad, simpatía y encanto que compensan de sobra su falta de experiencia. Es digno de mención que muchos de los actores tienen una clara herencia mestiza, lo que diferencia a Radical de otras producciones mexicanas.
Radical es una película vigorosa, franca y llena de vida. Aunque en la pantalla ya hemos visto historias similares, esta película destaca por su buen ritmo, su humor chispeante, su franqueza sobre las condiciones en Matamoros y la contagiosa pasión tanto del director como del protagonista por la historia que se está contando. No se la pierdan, merece la pena ir a verla al cine.
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