Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Robots (2023)
En un mundo donde los robots han sido creados para hacer los trabajos que los humanos no quieren hacer, el mujeriego Charles (Jack Whitehall) y la cazafortunas Elaine (Shailene Woodley) se encuentran con un pequeño problema cuando sus dobles robóticos se enamoran el uno del otro. A pesar de sus diferencias, la pareja aprende a ser más humana cuando se ve obligada a aliarse para perseguir a sus clones robóticos. Escrita y dirigida por Anthony Hines y Casper Christensen, y basada en «The Robot Who Looked Like Me» de Robert Sheckley, Robots está protagonizada por Shailene Woodley y Jack Whitehall, junto a Nick Rutherford, Emanuela Postacchini, David Grant Wright, Paul Jurewicz, Chelsea Edmundson y Paul Rust. La película se estrena en Prime Video el 7 de julio de 2023.
Una comedia rancia y desfasada
Cuesta pensar que detrás de esta película se encuentre Hines, uno de los guionistas nominados al Oscar responsable de las exitosas películas de Sacha Baron Cohen Brüno y Borat, película film secuela, pero aquellas eran historias originales que dejaban gran parte de su humor a la improvisación, mientras que aquí se centra en adaptar un texto ya existente sin margen de maniobra ni aportando nada novedoso y original.
Con una trama obsoleta y personajes bastante ofensivos, Robots parece una de esas películas que permanecen en un cajón durante años esperando que alguien se lance a estrenarla en cines o plataformas, a pesar del reparto con el que cuenta que bien podría servir de reclamo. El aroma algo rancio que emana la película seguramente sea por la mala adaptación que se ha hecho de la historia corta de 1978 en la que se basa, aunque el texto original era bastante más divertido por lo que parece, al menos en su momento.
Robots nos lleva hasta el año 2032, en el estado de Nuevo México, y ya podemos ver lo que nos deparará la película con la sucesión de chistes políticos obsoletos e incluso de mal gusto, empleando el muro fronterizo que separa los territorios para intentar sacar humor de una situación nada graciosa. Si uno anda desconcertado con este arranque, no mejora para nada la película acorde avanza el metraje.
Buen reparto con malos diálogos
Al frente del reparto tenemos a Jack Whitehall dando vida al mujeriego Charles y su robot, junto a Shailene Woodley como la cazafortunas Elaine y su pertinente robot. Si una comedia juega normalmente con la empatía y personajes carismáticos con los que disfrutemos viendo de primera mano sus peripecias, en este caso tenemos dos personajes completamente desagradables con los que es difícil querer que las cosas les salgan bien, no como a sus robots que, incluso sin carisma, son bastante mejores «personas» que sus «propietarios» humanos.
Charles y Elaine tiene robots para hacerles el trabajo sucio, aunque para cada uno se trata de un trabajo muy distinto. Eso es lo único que une a ambos personajes, la obtención ilegal de unos robots que son copias de ellos, aunque Charles lo usa para que tenga citas por él mientras luego él va al punto álgido de las mismas, y ella prefiere que sea su robot la que tenga citas y mantenga sexo con los hombres con los que sale para «sacarles» dinero. Con diferencia, lo mejor de la película es la química de Whitehall y Woodley, tanto en sus versiones robóticas que están profundamente enamoradas o en sus versiones humanas con enfrentamientos constantes, pero no es suficiente esa química para compensar ver la película.
No puedo negar que tenía esperanzas de reírme algo al conocer los antecedentes cómicos de Whitehall, pero ha sido imposible sacar una leve sonrisa durante todo su metraje, y eso que funciona muy bien cuando interpreta a Charles, pero ni el sarcasmo de sus diálogos salva el guion en general. Shailene Woodley, por su parte, es una gran actriz, pero desaprovechada por completo en este papel insulso tanto en su versión humana bastante unidimensional como en su versión robótica.
Los personajes secundarios de la película tienen aún menos desarrollo y menos profundidad que los principales, lo que no ayuda para nada en las subtramas que incluye la película, que si no existiesen tampoco pasaría nada. Son personajes que aparecen para alguna gracia, y vuelven a desaparecer.
En resumen, Robots atraerá principalmente a las fans de los protagonistas principales, pero es una película aburrida, repleta de humor obsoleto, demasiado predecible y políticamente incorrecta que no sabe manejar bien el texto original que tenía entre manos.
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