Las críticas de Laura Zurita:
Un día cualquiera
Un día cualquiera es la tercera película del cineasta extremeño José Texeira, que se adentra en el género de terror con una película en el que un grupo de amigos van a pasar un fin de semana a una casa rural. Un lugar lejano y aparentemente tranquilo, donde nada es lo que parece, ni siquiera la amistad.
Escrita y dirigida por José Texeira, Un día cualquiera está interpretada por Ariane Gaisán, Raquel San Felipe, Fran Ofrecio, Alberto Trejo, Agus Carreño y Mila Villalba. La película se estrena en cines del 12 de abril de 2024.
No es lo que esperas
Cinco amigos llegan a una casa rural de lujo, antigua y pulida, con la ilusión de pasar un fin de semana inolvidable. Sin embargo, las dos parejas con sus propias agendas y un amigo, hijo de uno de los mejores «spin doctors» del país, no congenian del todo. La incomodidad se palpa en el ambiente mientras las chicas intentan mantener la armonía y los chicos, en una lucha por la supremacía, se ven envueltos en una espiral de tensión cada vez más patente.
Podríamos caer en la trampa de pensar que Un día cualquiera es una película más del montón donde un grupo de jóvenes queda atrapado en una casa durante un fin de semana. Pero no, esta cinta va mucho más allá. Los protagonistas no son los típicos arquetipos adolescentes. Son personas de carne y hueso, con sus propias realidades y circunstancias, alejados de los estereotipos de belleza superficial. No se limitan a ser usadas como víctimas, sino que son personajes activos que van construyendo la trama con sus decisiones y conflictos internos.
La trama toma un giro inesperado que nos aleja de lo predecible. Con una dosis justa de información para encuadrar la historia, pero siempre manteniendo el foco, Un día cualquiera nos presenta una historia con personajes que esconden ideas sorprendentes e incómodas.
La película se desarrolla en una única locación durante una noche y madrugada, creando una atmósfera claustrofóbica que potencia la tensión. A pesar de la limitación espacial, la dirección y el manejo de la cámara logran que sintamos que la historia se desarrolla en diferentes escenarios y se distancia de la idea de una obra teatral.
La idea central de Un día cualquiera, si bien puede parecer forzada al principio, toma forma con fluidez y lógica a medida que avanza la historia. Al tener la película un tono realista, alejándose del marco fantástico de otras películas de género, nos despierta inquietudes morales al hacernos reflexionar sobre cómo actuaríamos en una situación similar a la de los personajes.
La credulidad al límite
El guion de Un día cualquiera nos lleva a los límites de la credulidad a ratos, pero lo hace de una manera muy interesante, permitiéndonos explorar las zonas grises de la conducta humana. Se trata de una obra coral, donde no hay un protagonista absoluto. Todos los actores ponen su trabajo al servicio de la historia, sin que ninguno destaque entre los demás.
En definitiva, Un día cualquiera es una película que aprovecha al máximo sus recursos, con un concepto original, y un tanto retorcido, que explora las debilidades y la naturaleza humana de forma cruda y reflexiva. Una obra de suspense que te mantendrá en vilo hasta el final y cuestiona la propia idea sobre la amistad.
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