Las críticas de Daniel Farriol:
Sharkwater (The Requin)
Sharkwater (The Requin) es un drama de supervivencia escrito y dirigido por Le-Van Kiet (House in the Alley, Furie). La historia nos presenta a una pareja que para superar un reciente trauma decide ir de escapada romántica a Vietnam. Allí se alojarán en una casa flotante a la orilla de una playa paradisíaca que acabará convirtiéndose en una pesadilla cuando es arrastrada mar adentro por efecto de una tormenta tropical que arrasa con el complejo turístico en el que se encuentran. Mientras intentan sobrevivir a la deriva, se verán obligados a luchar contra unos tiburones hambrientos que les acechan. Está protagonizada por Alicia Silverstone (La cabaña siniestra, El sacrificio de un ciervo sagrado), James Tupper (Los misterios de Emma Fielding: Más amarga que la muerte, The World Without You), Kameron Hood, Deirdre O’Connell, Jennifer Mudge, Danny Chung y Kha Mai. La película se ha estrenado en Movistar + y Filmin el día 4 de Febrero de 2022.
Otra olvidable sharksploitation
Sharkwater (The Requin) es un filme de Serie B dirigido por el vietnamita Le-Van Kiet que durante sus eternos 89 minutos navega a la deriva entre el survival y el mockbuster sharksploitation, subgénero siempre de moda y que tanto daño ha hecho a la imagen de los tiburones en el cine. En esta ocasión, la historia sigue a un matrimonio que decide pasar unas vacaciones románticas en el sudeste asiático para superar el trauma de la pérdida en el parto de su bebé. Efectúan su estancia en las playas paradisíacas de Vietnam en un resort de lujo donde los bungalows son casas flotantes con el cristalino océano como piscina particular. Un lugar de ensueño que se convertirá en una verdadera pesadilla con la llegada de una tormenta tropical que devastará el lugar y enviará mar adentro los restos de la casa flotante donde se alojan.
Mientras esperan a ser rescatados, deberán utilizar el ingenio para sobrevivir a la falta de víveres y, también, al ataque de unos tiburones hambrientos. Si eres de los que se acerca a esta película precisamente por eso, por los tiburones, hay que advertirte que no aparecen hasta que llevamos 60 minutos de metraje. Hasta entonces asistiremos a un drama de superviviencia bastante aburrido que, por desgracia, se toma demasiado en serio a sí mismo cuando debería tratarse de un producto de consumo rápido fabricado para el entretenimiento palomitero. Supongo que el director Le-Van Kiet aún no habrá asumido el pasar en su carrera de adaptar a Fyodor Dostoevsky o representar a su país en los Oscar a filmar ahora un subproducto de estas características para el que cuenta como protagonista a una actriz de popularidad venida a menos como Alicia Silverstone.
60 minutos hasta avistar tiburones
Sharkwater (The Requin) solo encuentra el tono adecuado durante sus delirantes 15 minutos finales en los que, al fin, aparecen unos escualos asesinos más cercanos a los de Anthony C. Ferrante que a los de Spielberg. Efectos visuales de chichinabo, litros de sangre y casquería e incluso aparece un tiburón volador. Pero ya es demasiado tarde, hasta entonces hemos tenido que soportar 80 minutos inanes y sin ninguna intensidad dramática acompañando a ese matrimonio a la deriva (en sentido literal y figurado) que se sostiene en una tabla de madera a lo Titanic mientras intenta sobrellevar el trauma de la pérdida que asola en su memoria.
Sharkwater (The Requin) es una película cutre y ejecutada con desgana que funciona peor cuanto más seria se pone. Los esfuerzos de la Silverstone por hacer creíble su ridículo personaje no son suficiente reclamo para soportar el suplicio de unos diálogos insípidos y situaciones poco creíbles. No contentará ni tan siquiera a los mayores fanáticos de la sharksploitation que son capaces de perdonar casi cualquier cosa, para ellos les recomiendo que pasen rápido la película hasta esos minutos finales donde, tal vez, encontrarán un destello de lo que andarán buscando.
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Sharkwater (The Requin)
