Crítica de ‘Encanto‘: Bonita película, maravilloso musical

Las críticas de José F. Pérez Pertejo:
Encanto

Como ya hiciera de la mano de Pixar en la magnífica Coco (Lee Unkrich, Adrián Molina, 2017), Disney vuelve a situarse en Latinoamérica, concretamente en Colombia, para volver a contarnos una historia familiar a través de varias generaciones que permanecen unidas en torno a una tradición que las cohesiona. La fabricación de zapatos y una visceral aversión por la música gobernaba a la mexicana familia de Coco de la cual trataba de escapar el pequeño Miguel soñando con emular a una estrella de la canción mexicana que resultaba ser su tatarabuelo.

En Encanto, las tres generaciones de la familia Madrigal se mantienen unidas alrededor de una vela que hace que cada miembro de la familia, llegada una edad, reciba un don mágico que les hace especiales en virtud de un milagro que bendijo a la familia la fatídica noche en que la abuela enviudó. Pero no todos tienen ese don, claro, la jovencita Mirabel, protagonista de la película, es la única cuya ceremonia de milagro se frustró y no tiene ningún “superpoder” que la convierta en especial. Así, mientras su madre es capaz de curar todo tipo de enfermedades cocinando unos dulces de queso o sus hermanas hacen exhibición de una fuerza sobrehumana o una belleza tan radiante que proyecta flores por doquier, Mirabel tiene que convivir con su condición de humana vulgar y corriente. A pesar de esto, lejos de hacerse la víctima, siempre está de buen humor y todo el mundo la adora.

Con un guion de Jared Bush y Charise Castro Smith y codirigida por ambos junto a Byron Howard (Zootrópolis), Encanto nos cuenta una historia divertida y entrañable, barnizada de realismo mágico, sobre aquello que nos convierte en especiales a los ojos de los demás, un canto a la confianza en uno mismo y a la fuerza del amor fraternal y familiar como modo de superar las dificultades.

Pero si Encanto es una bonita película, lo que la convierte en excelente es su condición de musical. Y aquí es donde entra en escena el genial Lin-Manuel Miranda, auténtico revitalizador de la escena musical en Broadway y de quien hemos tenido sobradas muestras en este 2021 con la adaptación al cine de su primer musical In the Heights (En un barrio de Nueva York), su reciente debut en la dirección cinematográfica con tick, tick… Boom! para Netflix o la composición de dos musicales en películas de animación: Vivo (Kirk DeMicco, Brandon Jeffords, 2021) también para Netflix y esta Encanto que ahora nos ocupa para la factoría Disney.

Para Encanto ha compuesto ocho canciones originales con su sello característico: mezcla de ritmos latinos con sonidos urbanos, toques de pop y baladas románticas. Algunas de las canciones son auténticos temazos como “En lo profundo” (Surface Pressure) o “No se habla de Bruno” (We don´t talk about Bruno), fantásticas ambas tanto en su versión original inglesa como en la versión en español a través de un doblaje que, por primera vez en mucho tiempo, no tiene una doble versión para Latinoamérica y España y que cuenta con las voces de Olga Lucía Vives en el papel de Mirabel, Alejandro Riaño como Bruno, Angie Cepeda (Julieta), Carolina Gaitán (Pepa), Maluma (Mariano) y María Cecilia Botero (Abuela Alma) entre otros.

Del resto de las canciones cabría destacar, la melódica “Dos oruguitas”, “Colombia, mi encanto” interpretada por Carlos Vives o la primera de ellas, “La familia Madrigal” que, a modo de introducción, sirve para la presentación de todos los personajes. La banda sonora completa las ocho canciones de Miranda con la hermosa partitura instrumental compuesta por Germaine Franco.

En cuanto al elenco de voces original, es de agradecer que no se hayan recurrido a nombres de grandes estrellas de Hollywood y se haya buscado la excelencia vocal con Stephanie Beatriz (Mirabel), Jessica Darrow (Luisa), John Leguizamo (Bruno), Adassa (Dolores) o Diane Guerrero (Isabela).

Comedidamente emotiva sin apelar a la lágrima fácil, convenientemente divertida sin caer en el chiste chusco, Encanto nos conduce por un sinfín de vibrantes aventuras, maldiciones, sortilegios, buenas intenciones y personajes ambivalentes al más puro estilo Disney en una película en la que nunca decae el ritmo. No hay tiempos muertos ni secuencias de relleno y cada personaje (y son muchos) tiene su momento de lucimiento (como en los musicales) a pesar del claro protagonismo de Mirabel, uno de los personajes más queribles de Disney en mucho tiempo.

¿Qué te ha parecido la película?

Encanto

9

Puntuación

9.0/10