Las críticas de David Pérez «Davicine»:
La fierecilla indomable
Cuando una científica desconsolada vuelve a su pueblo para empezar de nuevo, su hermano contrata a un guapo desconocido para convencerla de que venda sus tierras. La fierecilla indomable es una comedia romántica ambientada en los montes Tatra con Magdalena Lamparska (365 días) y Mikolaj Roznerski.
Dirigida por Anna Wieczur-Bluszcz, completan el reparto Piotr Cyrwus, Tomasz Sapryk, Dorota Stalińska, Sławomir Zapała, Dorota Landowska, Elżbieta Trzaskoś, Magdalena Schejbal, Jan Kardasiński, Piotr Polk, Mariusz Wach y Adam Małysz. La película se estrena en Netflix el 13 de abril de 2022.
Polonia encuentra su sitio en Netflix
Desde que comenzaron a llegar producciones polacas a Netflix nos dimos cuenta que no eran pocas las películas y series que nos asombraron con la creatividad de la industria del entretenimiento local que llegaban desde allí. Escritores y directores polacos han desarrollado para la plataforma muchas serie y películas audaces e inspiradoras que han resonado entre los espectadores de todo el mundo, consiguiendo en muchos casos ubicarse en la lista Global Top 10 de Netflix.
La mayoría de ellos eran de una naturaleza sorprendentemente oscura y, a veces, trataban temas controvertidos, como la fantasía sexual en 365 días o el brutal drama criminal Furioza. Los polacos han conseguido dominar el crimen y los thrillers, con un poco de drama en el medio, e incluso sus comedias no llegan a ser siempre comedias del todo.
Tal éxito ha hecho que en los próximos meses veamos como se fortalece aún más este vínculo entre la plataforma y la comunidad creativa local de Polonia, y en breve veremos hasta nueve series y nueve películas polacas. Por desgracia, uno de los primeros casos que nos encontramos, La fierecilla indomable, no hace que tengamos tantas esperanzas en lo que está por llegar, demostrando que Polonia también produce películas sencillas e inofensivas.
Una película romántica de sobremesa
Aunque por su título recuerda claramente a la famosa obra de Shakespeare, esta nueva película polaca es una historia original (que no novedosa) sobre una joven, Kaśka (Magdalena Lamparska), que vuelve a creer en el amor, y todo ello en un idílico paraje montañoso de la zona de Podhale, a los pies de los montes Tatra, más concretamente en Zakopane, una ciudad ubicada en el sur de Polonia, con aproximadamente 28.000 habitantes.
En La fierecilla indomable, esta joven científica decide volver a sus raíces tras sufrir una desilusión amorosa en Chicago, Estados Unidos. Vuelve a su pueblo natal para buscar refugio en la casa en la que vivió los mejores momentos de su juventud. Pero una vez allí, se encuentra que su hermano Jędruś (Tomasz Sapryk), junto a su socio y amigo Wacuś (Piotr Cyrwus), quieren vender el terreno familiar que alberga un material natural más valioso que los diamantes.
La empresaria Agata (Dorota Landowska) será la responsable de intentar convencer a estos socios para que vendan su terreno, aunque sea a costa de la confianza de su hermana, que tiene parte en la propiedad de los terrenos, y tendrán que hacer lo posible para que cambie de opinión, aunque para ello deban implicar a un tercero, Patryk (Mikołaj Roznerski), para que la enamore.
Con esta premisa todo apuntaba que estábamos ante lo que ya llamaríamos «peli de tarde», es decir, película típica de sobremesa de fin de semana que acostumbramos a ver en canales en abierto, donde tenemos una fotografía idílica, un reparto con cierto encanto y una trama romántica de personas que aparentemente chocarían pero acaban teniendo muchas cosas en común. Sorprendentemente (para mal) han decidido incorporar detalles «tontos» al más puro estilo Ocho apellidos vascos o Bienvenidos al Norte, casi parodiando a los habitantes de Zakopane, que en más de una ocasión nos sacan de la historia.
El amor mueve montañas
Más allá de los gags absurdos, o los personajes histriónicos, representados principalmente a través del hermano de la protagonista y su socio, el auténtico motor de la película es el amor, y desde el primer momento sabemos cómo acabará la historia, dado que no buscan aportar novedad y este género siempre acaba como se espera.
Como podemos imaginarnos desde que llega al pueblo y conoce al millonario que oculta su verdadera identidad, nada funciona entre ambos, pero los espectadores ya hemos visto muchas veces cómo evolucionan estas películas. En este género, si tenemos dos personajes atractivos está claro que acaban juntos.
Casi siguen el mismo patrón todas las producciones de este género, y sin considerarlo spoiler pues todos sabemos lo que vamos a ver en una película así, la historia comienza con un hombre que se hace pasar por otra persona para enamorar a una mujer. El amor que surge es forzoso de inicio pero auténtico en el fondo, aunque al salir a la luz la mentira todo acaba en enfado y separación de caminos, hasta que algo hace que cambien las circunstancias y pueda surgir el verdadero amor.
La fierecilla indomable no es diferente a nada de lo visto anteriormente, y por lo tanto es poco interesante. Intenta abarcar algo más al introducir alguna subtrama que poco aporta y solo hace que se sobrecarguen ciertos eventos, no aportando ningún tipo de emoción. Lo único reseñable es la increíble fotografía, con unos parajes hermosos de Polonia, que bien podríamos ver en cualquier documental y dan ganas de visitar la zona, aunque no a sus habitantes, al menos tal y como los muestran.
Sin nada nuevo que aportar, La fierecilla indomable es una comedia romántica con un exceso de personajes absurdos pero que, si no se tiene nada mejor que hacer un fin de semana por la tarde, servirá para pasar el rato, aunque tengamos que dejar a un lado cualquier expectativa y asumir que han intentado hacer que la parte de comedia roce la parodia. Como comedia falla, como película romántica también, pero la suma de ambos géneros seguro que capta la atención de espectadores con mono de vivir romances idílicos sin ganas de poner la tele en abierto y buscando novedades en las plataformas.
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La fierecilla indomable
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