Hasta un recóndito lugar de la tierra llegan Lola (Maribel Verdú) y su hijo Tristán (Joaquin Rapalini Olivella) un niño con trastorno autista para conocer a Beto (Joaquin Furriel) un guardafauna que vive aislado en una cabaña a pocos metros del litoral en el que observa y vigila a varias especies de animales marinos, especialmente orcas salvajes, con cuyo contacto se pretende establecer una terapia que ayude a Tristán a desarrollar vínculos de comunicación que le saquen de su ensimismamiento y sus conductas repetitivas.
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