Crítica de ‘Cómo conocí a tu padre‘: Flojo arranque pero futuro prometedor

En 2005, algo más de un año después de que terminara Friends, se estrenó la serie Cómo conocí a vuestra madre, bautizada por muchos críticos como «la nueva Friends«, creada por Craig Thomas y Carter Bays. Esta serie tenía muy clara la ambición de la que partía su historia y es que, si la audiencia acompañaba, habría historia para casi 10 años de emisión, marcando a toda una generación, lo que lograron con creces.

La historia de la serie original comienza en el año 2030, cuando Ted Mosby les cuenta a sus hijos cómo conoció a su madre. Tras este arranque, el primer episodio nos sitúa en el año 2005 (época en la que se estrenó la serie), en el cual Ted todavía no tiene una pareja estable, y su círculo de amigos se convierte rápidamente en el centro de la sitcom, siendo sus vivencias y aventuras amorosas a lo largo del tiempo lo que nos acompaña para divertirnos.

Lo mejor de Cómo conocí a vuestra madre es lo imprevisible que resulta y lo bien estructurada que está, dado que cada episodio centra su atención sobre los personajes protagonistas, sin miedo a romper los límites establecidos de la lógica y buscando la situación disparatada para producir la carcajada en el espectador pero sin parecer ridícula, dado que lo hace manteniendo la coherencia de un contexto en el cual las relaciones personales, ya sean de amistad o amor romántico, ocupan el centro de todo.

En 2014 la serie llegó a su fin y se desvelaba quién era «la madre». Desde entonces mucho se ha rumoreado sobre posibles continuaciones de la historia, y la que más peso siempre tuvo fue un spin-off sobre la madre, pero finalmente la continuación de la historia tiene lugar con una protagonista completamente nueva, rodeada de sus amigos desconocidos para nosotros hasta la fecha, aunque se guardan en la manga suficientes referencias, localizaciones e incluso un cameo, para que todo quede conectado.

Cogiendo el testigo

Ahora (la desconocida hasta ahora para nosotros) Sophie coge el testigo de Ted y es ella la que, en un futuro más o menos próximo, cuenta a su hijo cómo conoció a su padre, una historia que nos lleva hasta nuestro presente, cuando Sophie y su grupo de amigos descubren quiénes son, sus anhelos en la vida, su esperanzas de futuro tanto personales como laborales, pero sobre todo cómo es la vida alrededor del amor en una época marcada por las aplicaciones para ligar.

Ante todo debemos quitarnos de la cabeza la original, pues las comparaciones son odiosas, y es que son muchas las historias de la primera temporada de Cómo conocí a vuestra madre que destacaban por el alto nivel de su humor y lo entretenidos que eran todos los episodios. Son muchas las historias icónicas que han quedado en nuestras retinas para siempre, y sus personajes nos han acompañado en los mejores momentos de nuestra juventud seriéfila, pues casi nos sabemos al dedillo las peripecias de Ted, Barney, Marshall y compañía.

En este arranque de temporada, son muchos los episodios de Cómo conocí a tu padre que se basan en gran medida en la conversación en lugar de la acción, repleta de tramas secundarias que siguen la misma fórmula y se vuelve obsoleta con rapidez. No se han olvidado de mantener al frente también los conflictos interpersonales que son la fuente de drama en las comedias de situación, pero para nuestra desgracia no logran tener el mismo impacto que en Cómo conocí a vuestra madre. Termina la temporada y tenemos la sensación de que los personajes de Cómo conocí a t padre no han hecho nada memorable ni nada que no sea especialmente olvidable, y eso nunca es algo positivo.

Problemas en el humor pero mejora con el tiempo

Como suele pasar con las nuevas comedias de situación, siempre se tarda en encontrar el ritmo perfecto además de alcanzar un buen nivel de humor, algo que ha pasado incluso a las grandes comedias como Friends, New Girl e incluso Cómo conocí a vuestra madre. Antaño parecía que los espectadores estábamos más enganchados a este tipo de series, pero vivimos en una época en las que estas «sitcoms» no atrapan a la misma cantidad de espectadores, por lo que es importante enganchar más rápidamente a su audiencia, y eso es algo que cuesta cuando tienes tan a mano muchas otras series.

En el caso de Cómo conocía a tu padre se repiten errores similares a sus predecesoras, con una gran cantidad de risas enlatadas que no hacen sino incrementar el problema principal de la serie, que no es otro que el humor. De inicio no funcionan demasiado bien los gags, los chistes son demasiado explícitos y no juegan con el humor inteligente, e incluso se recurre a caídas y personajes estrambóticos para intentar cargar de humor algo que de inicio no tendría que ser una sucesión de escenas para forzar la risa, sino una comedia que nos fuera presentando unas historias de sus protagonistas con el mero fin de entretenernos y esbozar una sonrisa.

Es curioso que, aunque su público parezca que debiera ser ese espectador de una generación actual que no ha disfrutado con la serie original, la mayor cantidad de chistes y referencias están orientadas al público de los 90 e inicios del 2000, y eso puede hacer que pierda espectadores. Al menos tiene a Hilary Duff, Chris Lowell y Francia Raísa para levantar la serie, y es que gracias a ellos nos mantenemos pegados dando a la serie otra oportunidad, episodio tras episodio, y cuando te quieres dar cuenta ya has visto la temporada completa, que consta de tan solo 10 episodios. Lástima que el personaje de Tom Ainsley, un británico que lo deja todo por amor y se muda a Estados Unidos, sea llevado demasiado al límite, casi como una caricatura, y nos eche en algunos momentos de las historias que nos cuentan, pues no todo vale para conseguir sacar una sonrisa.

A pesar del problema con su humor, está claro que poco a poco coge su ritmo y nos va haciendo empatizar con algunos personajes (menos con el británico estridente que nos saca de las casillas interpretado) y logra su objetivo de tenernos con ganas de una segunda temporada. Sorprende que tras el primer episodio casi quitara la serie, pero viera el segundo, diera otra oportunidad con el tercero, y al final quiera saber quién es el padre. Está claro que algo han hecho bien para conseguir que queramos más, pero tiene casi más contras que pros.

Cuesta admitirlo, pero es una serie a la que hay que dar una oportunidad tras otra hasta conseguir terminar la temporada completa, pero los fans de la original veremos recompensado el esfuerzo. Total, son 10 episodios cortos, y en el peor de los casos habréis perdido media tarde si no os convence del todo. Con un poco de suerte, y teniendo ya la base asentada, casi seguro conseguirán sorprendernos con una segunda temporada sin necesidad de presentación de personajes, aunque el listón sigue estando demasiado alto si comparamos con la original .

En conclusión, Cómo conocí a tu padre es una comedia de situación que no arriesga, y por tanto parece que se queda en un producto inofensivo, sin nada especial que recordar pero que, gracias al devenir de los acontecimientos, y un gran episodio final, logra que tengamos ganas de otra temporada.