La reciente edición de los Premios Óscar ha sacado a relucir un género que llevaba tiempo sin tener éxito en la gran pantalla: las películas de deporte. Esto lo ha logrado Will Smith con su papel en El método Williams donde interpreta al padre de Venus y Serena Williams. El argumento se centra en el empeño de este personaje por convertir a sus hijas en estrellas del tenis.
Dejando a un lado la polémica que se produjo en la gala, Will Smith consiguió el premio al mejor actor en una película que está diseñada para su lucimiento. Las mejores casas de apuestas tenían a este actor como favorito para esa categoría de manera clara. Si quieres leer la crítica que hacemos sobre este film puedes pinchar aquí.
Y es que las películas de deporte suelen tener bastante éxito como se puede observar en la historia del cine. Los argumentos que usan, asociados con la superación personal y el éxito conseguido con el trabajo duro, argumentos que siempre tienen gran calado en el público. Además, tienen protagonistas carismáticos con los que el espectador puede empatizar fácilmente.
Clara muestra de ello son las grandes obras maestras que revisten la forma de película de deporte. Esto son los cinco mejores largometrajes que usan esta temática para contar increíbles historias que no puedes dejar de ver.
When We Were Kings: Cuando éramos reyes. Un documental del año 1996 con guion y dirección de Leon Gast. Se centra en Muhammad Ali y en sus combates de boxeo que consiguieron la atención de todos los habitantes de Estados Unidos en 1974. En un país con un racismo muy marcado, el boxeador se convirtió en un verdadero símbolo de poder para la población afroamericana.
El largometraje consiguió hasta 7 premios entre los que se incluye el Óscar al mejor documental en 1996. Lo realmente interesante de este documental es cómo refleja fielmente el mundo del boxeo en una época tan convulsa.
Chariots of Fire. Carros de Fuego. Es inevitable nombrar esta producción de Reino Unido de 1981 como una de las mejores películas de deporte. De la mano de Hugh Hudson (director) y Colin Welland (guionista) se narra la historia de dos atletas, Harold Abrahams y Eric Lidel, en la Gran Bretaña de los años 20.
Tras muchos éxitos en diversos festivales, este biopic consiguió 4 de los 7 premios Óscar a los que fue nominado. Entre ellos destaca el de mejor película y, por supuesto, el de mejor banda sonora gracias a la increíble labor de Vangelis.
Million Dollar Baby. El boxeo es de nuevo el protagonista en una de las mejores películas de deporte aclamada tanto por el público como por la crítica. Dirigida en 2004 por Clint Eastwood que también la protagoniza junto a Hillary Swank y Morgan Freeman. Una historia de ficción sobre una chica que quiere ser la mejor boxeadora. Cuenta con una de las escenas más impactantes del cine reciente.
En su haber también cuenta con muchas nominaciones y premios. En ese año se llevo 4 de los 7 Óscars a los que había sido nominada. El señor Eastwood y su reparto arrasó con los premios a la mejor película, al mejor director, a la mejor actriz y al mejor actor secundario.
Rush. Una visión trepidante de Ron Howard sobre la rivalidad de James Hunt y Nikki Lauda (y también cuenta el terrible accidente de este último en 1976). Esta película biográfica del 2019 aprovecha el escenario de la competición en la Formula 1 para demostrar el carácter de los deportistas de alta competición.
Protagonizada por Chris Hemsworth y Daniel Brühl no llegó a los Óscars pero sí que recibió importantes nominaciones en los Globos de Oro y en los Bafta. En particular, la interpretación de Brühl llamó la atención de los críticos y del público. Un drama deportivo que también ha logrado destacar en los últimos años.
Foxcatcher. Bennet Miller ya había demostrado si talento para el cine de deportes con Moneyball: Rompiendo las reglas unos años. En este film de 2014 se narra la historia real de Mark Schulz un campeón olímpico de lucha olvidado que es invitado por el multimillonario Du Pont a su mansión. El objetivo es crear un equipo de deportistas para los juegos olímpicos de Seúl de 1988.
Una historia de relaciones personales difíciles con el deporte de telón de fondo y que recibió muchas nominaciones. Uno de los más destacados ha sido el de mejor director en el Festival de Cannes. Un filme realmente interesante que enfoca un lado más oscuro del deporte.
Lo cierto es que esto es sólo una muestra de las películas de deportes que todo cinéfilo debe ver. Este tipo de temática da mucho juego con argumentos que resultan atractivos para los directores. Seguro que muy pronto se podrán disfrutar de nuevas historias apasionantes en la gran pantalla.