Las críticas de Daniel Farriol:
The Old Ways
The Old Ways es un filme de terror estadounidense dirigido por Christopher Alender (Memorial Day) y escrito por Marcos Gabriel (Construct). La historia nos muestra a Cristina, una periodista de raíces mexicanas que investiga una cueva en Veracruz relacionada con la brujería y las creencias de sus ancestros. Una vez allí es secuestrada por alguien que afirma ha sido poseída por un demonio. Está protagonizada por Brigitte Kali Canales (Tell), Sal López (Chance, Time in Between), Julia Vera (All She Can), Andrea Cortés, Weston Meredith, Michelle Jubilee Gonzalez, AJ Bowen y Elizabeth Phoenix Caro. La película se estrenó en España en el Festival de Sitges 2020. Desde el día 25 de Agosto de 2021 puede verse en Netflix.
Catemaco, la cuna de la brujería
The Old Ways es una película pequeña y de bajo presupuesto que aprovecha al máximo su idea inicial y la expone de forma honesta con gran capacidad atmosférica. El director californiano Christopher Alender se convierte aquí en aprendiz aventajado del primer Sam Raimi para transformar las limitaciones de espacio y de recursos en una de las mayores virtudes que tiene la puesta en escena de su película. Casi toda la acción transcurre íntegramente en un pequeño habítaculo donde la protagonista ha sido secuestrada por unos lugareños poco amistosos de la región de Catemaco en México. Unos pocos planos en escenarios naturales dan el contraste necesario para hacer respirar la historia cuando se vuelve demasiado claustrofóbica.
La trama gira en torno a Cristina (Brigitte Kali Canales), una periodista estadounidense de raíces mexicanas, que desafía las advertencias que recibe y decide adentrarse en una cueva sagrada llamada La Boca con la intención de documentarse para uno de sus reportajes. Una vez allí pierde el conocimiento y despierta sin recordar lo sucedido y convertida en la rehén de una bruja llamada Luz (Julia Vera) y su fiel ayudante Javi (Sal López). Por suerte, también está por allí una vieja conocida con la que perdió el contacto hace años, Miranda (Andrea Cortés), a la intentará convencer para que le brinde su ayuda para escapar de su encierro.
Sin embargo, los tres están convencidos de que Cristina ha sido poseída en la cueva por un demonio llamado Postehki y que la única forma de liberarla de su maligno influjo es practicarle un peligroso exorcismo. Bajo esa simple premisa se construye un relato terrorífico y efectivo que profundiza en las costumbres y supersticiones culturales de la zona mexicana de Veracruz y, más concretamente, de Catemaco que es conocida como la cuna de la brujería. El exotismo y la mitología serán elementos básicos para recrear una ambientación naturalista que nunca se siente forzada.
Un exorcismo naturalista
The Old Ways no pierde el tiempo en introducciones ni demasiadas explicaciones. Se inicia con la periodista ya cautiva en el interior de la cabaña en lo que parece un remoto lugar alejado de la civilización. Después se irá desgranando la historia con el manido recurso del flashback que, por suerte, aquí se utiliza de forma moderada y siempre con un sentido dramático que hace evolucionar lo que se cuenta. Entre el torture porn, el folk horror y el cine de posesiones, la película elude deliberadamente los sustos gratuitos y prefiere centrarse en construir una fascinante iconografía visual para generar la tensión creciente. Esa envolvente representación cultural abarcará desde la utilización del idioma indígena náhuatl hasta la exploración de aspectos más espirituales inherentes a la cultura latina y mexicana. Y todo ello sin olvidar que estamos ante un producto de entretenimiento, por lo que se incorporan incluso algunos ligeros elementos de humor que sirven como desengrasante natural.
El ritual del exorcismo es el verdadero eje central sobre el que se vertebra toda la acción, así que el desarrollo del guion es mínimo. Eso hace que la película se sienta algo repetitiva en algunos momentos, en especial, durante la segunda mitad del segundo acto. Aún así, Christopher Alender y su guionista de confianza Marcos Gabriel, saben como dinamizar la acción para que nunca lleguemos a aburrirnos. Pese a lo reducido y simple del escenario principal, la puesta en escena es impecable y los momentos de terror puro están muy bien dosificados para conseguir el impacto deseado. Las interpretaciones del elenco sí son algo más dispares, cuando no mejorables. Podemos destacar el entregado trabajo de la sufrida protagonista Brigitte Kali Canales o la caracterización de Julia Vera como esa enigmática bruja-chamana, sin embargo, la actuación de la joven Andrea Cortés tiene algunos momentos bastante risibles durante la parte final.
Un viaje a los orígenes
Lo más interesante que tiene la película es la plasmación visual y física que se hace de los rituales y de las creencias ancestrales, pero traídas a la época actual. Se nota que ha habido un intenso trabajo de documentación para que nada de lo que aparezca en pantalla resulte demasiado obvio ni tampoco exagerado. El largo proceso del exorcismo está llevado con naturalidad para dotarlo de la credibilidad necesaria, utilizando la magia y lo sobrenatural en contadas ocasiones.
Todo el tercer acto tiene un mensaje final que hace referencia al traspaso y el legado de las viejas tradiciones a las nuevas generaciones para confrontar los miedos y peligros (terrenales y espirituales) que nos acechan en nuestro día a día. The Old Ways no deja de ser un viaje hacia los orígenes. Un trayecto de doloroso aprendizaje que sirve para recuperar la esencia de quién verdaderamente somos, conectándonos con nuestros vínculos familiares y culturales que a veces han quedado olvidados en un rincón de nuestra memoria. The Old Ways es un sencillo y estimable filme de género que cumple con las expectativas de sus pretensiones iniciales.
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The Old Ways
