Las críticas de David Pérez «Davicine»:
La belleza y el enigma
En La belleza y el enigma, mientras la investigan como sospechosa del asesinato de su marido, una mujer revela detalles de su escabroso matrimonio que no hacen más que enturbiar la verdad. Taapsee Pannu, Vikrant Massey, Harshvardhan Rane, Aditya Srivastava, Ashish Verma, Yamini Das y Daya Shankar Pandey protagonizan este thriller psicológico dirigido por Vinil Mathew. La película ha llegado a Netflix el 2 de julio de 2021.
Thriller con aroma a drama romántico
A la protagonista le gustaría vivir como en una novela y acaba implicada en el asesinato de su esposo. ¿Encontrará las pruebas que demuestren su inocencia o se perderá en el caos de los numerosos capítulos que le ofrece la novela de su vida real?
Lo que empieza como una comedia romántica, con cierto toque a las series turcas actuales, se torna en un thriller inteligente con muchos giros y capaz de demostrar que las apariencias engañan, tanto a la policía que investiga el caso como al espectador que quizá no da una oportunidad a esta película pensando que sera una producción más de las mil que aparecen en la plataforma.
La belleza y el enigma no engaña de inicio con lo que ofrece, pues no deja de ser una película para televisión pero de gran presupuesto y con un mejor reparto. Ser un telefilm no es malo en absoluto, dado que tiene claro su público objetivo, aunque gracias al guion y su buena puesta en escena podría llegar a un mayor público gracias al boca a boca.
La trama de la película es sencilla pero interesante, a la par que predecible para los amantes de las series criminales, pero se guarda algún que otro as en la manga para intentar sorprendernos y mantenernos pegados a la pantalla. Así, como si de un episodio de una serie policíaca se tratase, tenemos a la policía investigando una explosión que claramente parece preparada a medida para cometer un crimen, una víctima llamada Rishu (Vikrant Massey), y los principales sospechosos: su esposa Rani (Tapsee Pannu) y el primo de la victima con quien Rani tiene algo más que palabras. El motivo: un matrimonio infeliz.
Ciertamente no puedo negar mi desconcierto al inicio de la película, pues pensando que era un thriller psicológico me encontré con una comedia romántica que más bien parecía una serie turca de sobremesa. Durante el primer tramo de la película, de una media hora de duración, el guion demuestra algo de irregularidad, y parece que tan sólo buscan conseguir algunas risas con ciertas escenas que incluyen diálogos un poco vergonzosos. No llegamos a entender bien a los personajes en esa búsqueda forzosa del entretenimiento del espectador.
Aún así, esa ligereza y humor blanco se consume bien, y sorprendentemente nos encontramos al poco con el giro perfecto, el cambio hacia el thriller en el momento clave de la investigación criminal, consiguiendo una mezcla interesante para un guion descabellado. En la parte correspondiente a la investigación hay que admitir que el clímax fue muy predecible e incluso algunas preguntas quedan sin respuesta, en gran parte por el mal trabajo policial que realizan los investigadores, y vamos descubriendo todo lo acontecido por la versión de Rani para la policía y sus flashbacks, pero la forma de enlazar todo hace que, incluso con su larga duración, permanezcamos enganchados.
Unas interpretaciones intensas y emocionales
Además del guion, lo que nos engancha a la historia es la sobria interpretación emocional de Vikrant Massey como el introvertido Rishu. Cuando pensábamos que ella, interpretada por Tapsee Pannu, sería la protagonista absoluta, nos damos cuenta que el personaje de Rishu es el más completo y vemos cómo evoluciona de un perdedor acomplejado a un marido despreciado, mostrando más de una cara como se auguraba al principio. Tapsee Pannu es el motivo de los disgustos de Rishu, la esposa concertada de este apocado hombre cuya ausencia de química hace que falte pasión en el matrimonio. Ella nos ofrece una interpretación bastante convincente, aunque quizá el problema principal para que no empaticemos con ella al 100% no sea por ella misma, sino la falta de definición de su personaje, que parece bipolar.
Yamini Das y Daya Shankar Pandey interpretan a los padres de Massey, que a pesar de no tener excentricidades ni grandes escenas, con papeles algo discretos y limitados, resultan brillantes en cada una de sus secuencias, con interpretaciones que sirven como alivio cómico. Ambos cumplen con los topicazos que acostumbramos a ver en las películas de la India, y así Yamini Das da vida a la típica madre de la India que teme que su nuera sea demasiado inteligente y poco «ama de casa» para su hijo. Harshvardhan Rane como Neel, el primo de Rishu y el quebradero de cabeza de este matrimonio, encaja con el rol de un atractivo hombre capaz de seducir con su combinación de rudeza y seducción.
Como si de una producción de Bollywood musical se tratara, la película encuentra en la banda sonora un miembro más del reparto, un miembro importante, pues mezcla con acierto los temas musicales de fondo, con una partitura trepidante que incrementa la tensión y la emoción, y unas canciones a modo de voz en off que nos facilita conocer mejor cómo evolucionan las relaciones entre los diferentes personajes.
La belleza y el enigma consigue mostrarnos unas imágenes bellas y una acertada gama cromática que ayudan a gestionar muy bien el estado de ánimo de los personajes y del tono de la película, pasando de la comedia romántica al humor ligero, y de la comedia negra al thriller psicológico. A pesar de tener un guion típico y algo predecible, es lo suficientemente entretenida y cuenta con tan buenas actuaciones que hace su visionado obligatorio para quienes quieran disfrutar de una buena investigación criminal a ritmo de Bollywood.
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El enigma y la belleza
