Crítica de ‘Sexify’: En busca del orgasmo perfecto

 

Sexify es una serie polaca que explora la sexualidad femenina desde una perspectiva cómica. Los 8 episodios de que está compuesta están dirigidos por Piotr Domalewski (I Never Cry, Silent Night), los cuatro primeros, y Kalina Alabrudzinska (Nic nie ginie), los cuatro restantes. La historia nos presenta a una joven sin ninguna experiencia sexual que debe crear una aplicación de móvil sobre el orgasmo femenino para ganar un concurso tecnológico universitario. Junto a dos amigas, se dedicará a explorar el mundo de las relaciones íntimas para conseguir el algoritmo perfecto que haga funcionar la aplicación. Está protagonizada por Aleksandra Skraba (Orzel. Ostatni patrol), Maria Sobocinska (All for my Mother), Sandra Drzymalska (Sole, Ostatni komers), Piotr Pacek, Kamil Wodka, Jan Wieteska, Wojciech Solarz y Malgorzata Foremniak. La primera temporada de esta serie se ha estrenado en Netflix el día 28 de Abril de 2021.

 

Sexify es una desenfadada comedia sobre sexo en la línea de Sex Education que se sumerge en el entorno universitario que ha servido como marco para multitud de comedias de adolescentes con las neuronas revolucionadas. La originalidad o particularidad de esta serie polaca es que lo hace desde un punto de vista eminentemente femenino. La protagonista es Natalia, una chica sin ninguna experiencia en el sexo ni tampoco especial interés por las relaciones personales. Todo su tiempo lo dedica a encerrarse en su cuarto de la residencia universitaria para sacar adelante una aplicación de móvil llamada «SEN», enfocada a gestionar mejor la calidad del sueño. Su profesor sabe que es la mejor alumna en el aspecto programador, así que le instiga a qué busque un tema más llamativo para su proyecto de final de carrera y tener opciones de ganar una competición universitaria sobre desarrollo tecnológico.

 

Natalia empezará a observar a su alrededor y se dará cuenta de que sí hay algo que le interesa a todos los que le rodean: el sexo. Así que decide cambiar el rumbo de su aplicación para centrarse en investigar sobre el orgasmo femenino, un tema que desconoce por completo. Para ello se aliará con Paulina, una amiga que está a punto de casarse sin mucho convencimiento y que no encuentra ninguna satisfacción en la cama con el que será su futuro marido, y con Monika, una niña rica a la que su padre le corta el grifo de las tarjetas de crédito y se ve obligada a regresar a la residencia para estudiantes, en la que practica sexo a diario en el dormitorio contiguo. Son tres chicas muy distintas entre sí que se unirán para sacar adelante el proyecto y ganar la competición a un compañero de clase que intentará boicotearlo por todos los medios y hacer ganadora a su app sobre una gomina que cambia el color del cabello por bluetooth. 

 

Las aventuras de tres mujeres muy distintas

Sexify es una comedia refrescante y sin prejuicios que tiene un arranque arrollador tan divertido como adictivo. Piotr Domalewski dirige los primeros cuatro capítulos de esta temporada con mucho dinamismo y soltura. La presentación de las tres chicas protagonistas y sus respectivos conflictos, resulta concisa e impecable. Es muy fácil empatizar con esos personajes para adentrarnos en sus aventuras llenas de situaciones hilarantes. Ver a Natalia en su dormitorio-laboratorio lleno de aparatejos extraños me recordó mucho a las high-school movies, pero también a las comedias de ciencia-ficción que se hacían en los años 80. Para lograr esa identificación entre espectador y personajes, es imprescindible contar con el carisma que aportan las tres jóvenes actrices polacas Aleksandra Skraba, Maria Sobocinska y Sandra Drzymalska. Las tres son todo un descubrimiento y parte fundamental para que esta serie funcione.

Por desgracia, Sexify va perdiendo fuelle e interés a medida que avanza. A partir del quinto capítulo se cambia de director y asume ese rol Kalina Alabrudzinska, la cuál no está a la altura de su compañero. Los guiones se vuelven más previsibles, menos imaginativos y, lo que es peor, menos divertidos. La directora toma decisiones narrativas erráticas y, sin llegar al desastre absoluto, se pierde mucho del potencial cómico inicial de la serie. Nos queda, entonces, el apartado de reivindicación feminista sobre la sexualidad y libertad de la mujer en todos los ámbitos. La conflictiva amistad entre esas tres jóvenes se fortalecerá en base a sus diferencias y será el verdadero eje que haga funcionar sus probabilidades de éxito frente un entorno social machista, religioso y tremendamente conservador (simbolizado en la figura del decano de la universidad). Sin embargo, Sexify me funciona mucho mejor como comedia desvergonzada que en sus postulados reivindicativos. Mi recomendación final es que si buscas algo ligero para pasar el rato, tal vez, esta serie pueda sorprenderte. 

 

 

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