Dos jóvenes atrapados en un bucle temporal
Si hace poco llegaba a nuestras pantallas la aplaudida comedia romántica Palm Springs (Max Barbakow, 2020), ahora se nos presenta un ingenua versión teen de la misma con el título de The Map of Tiny Perfect Things. La historia nos muestra a un adolescente que revive el mismo día con entusiasmo, intentando cambiar cosas para ligarse a una chica con la que se cruza en la piscina. Todo cambia cuando uno de esos días duplicados aparece una misteriosa joven que parece estar experimentando su propio bucle temporal. Juntos crearán un mapa de la ciudad con todos los momentos perfectos que se van encontrando por el camino. Desde una anciana bailando radiante de felicidad hasta el vuelo de un halcón atrapando un pez en el lago. Son retazos de vida que a menudo pasan desapercibidos en nuestra rutina diaria. Sin embargo, ellos los irán recolectando con la intención de crear un patrón que les permita salir del bucle temporal en que se encuentran. Como ya habrás adivinado, durante ese proceso los jóvenes se enamorarán.
Los momentos bonitos y los que no lo son
The Map of Tiny Perfect Things es una comedia romántica para adolescentes con cierta estética indie. Eso sí, los dos protagonistas que deberían aparentar unos 16-17 años están interpretados por Kyle Allen y Kathryn Newton, que en tienen en realidad 27 y 24 años, respectivamente. Hay escenas que resultan un poco ridículas porque eso se nota demasiado. Por suerte, la química que surge entre ellos y el carisma que tienen en pantalla es lo que acaba por levantar una película tan bienintencionada como naïf. Kyle Allen tiene una pose que me recuerda a un primerizo Joseph Gordon-Levitt. Mientras que a Kathryn Newton seguro que la recordaréis como la repelente Amy en una de las adaptaciones televisivas de Mujercitas.
El bucle temporal sirve aquí para hablarnos de la necesidad de aprovechar cada instante de nuestras vidas. También en aprender a mirar a los demás y entender que todo es perecedero e incontrolable. Se deja de lado lo más interesante que tiene este subgénero que es la parte de ciencia-ficción, para centrarse exclusivamente en el halo romanticoide que posee el relato. Tras dos primeros tercios de película bastante superficiales, el tercer acto se vuelve lacrimógeno y sentimental. El discurso se dirige hacia la confrontación de la muerte y la pérdida como acto necesario para superar nuestro día a día. Una metáfora de la vida que se enfatiza a través de ese perro que se pierde cada día y nadie encuentra. O ese amigo que nunca pasa de pantalla en su juego de consola. The Map of Tiny Perfect Things es una película entretenida y amable que se deja ver con facilidad. En el fondo es tan poco original que probablemente la olvidemos al día siguiente, igual que le pasa a todos aquellos que se cruzan con los protagonistas al reiniciar su día.