miércoles, abril 24, 2024

Crítica de ‘Otra vuelta de tuerca (The Turning)’: Henry James en formato videoclip

Las críticas de Daniel Farriol:
Otra vuelta de tuerca (The Turning)
Otra vuelta de tuerca es una nueva adaptación de la novela de igual título escrita en 1898 por Henry James. Esta versión está dirigida por Floria Sigismondi (The Runaways) y cuenta con guion de Chad Hayes y Carey W. Hayes (Expediente Warren, La casa de cera). La historia trata de una joven institutriz que es contratada como interna en una casa para cuidar a dos niños, pero pronto descubrirá que hay fantasmas del pasado vagando por la casa. Está protagonizada por Mackenzie Davis (Tully, Blade Runner 2049), Finn Wolfhard (Stranger Things, It), Brooklynn Prince (Home Before Dark, The Florida Project), Niall Greig Fulton, Denna Thomsen, Mark Huberman y Barbara Marten. La película se ha estrenado en España el día 11 de Diciembre de 2020, distribuida por eOne Films Spain.

«Otra vuelta de tuerca», una novela icónica para el terror gótico

La genial novela «The Turn of the Screw» de Henry James se ha adaptado al cine y la televisión en innumerables ocasiones. Además de esa obra maestra llamada ¡Suspense! (The Innocents) (Jack Clayton, 1961), otros autores como John Frankenheimer, Dan Curtis, Tom McLoughlin, Antoni Aloy o el iconoclasta Eloy de la Iglesia, se atrevieron con este relato de fantasmas tan rico, complejo y ambiguo. También fue fuente de inspiración de obras apócrifas como Los Otros (Alejandro Amenábar, 2001), estando de plena actualidad con la serie La Maldición de Bly Manor (Mike Flanagan, 2020) que acoge como referencia ésta y otras novelas del mismo autor.
En Otra vuelta de tuerca es Floria Sigismondi, fotógrafa y directora italiana residente en Canadá, quien se acerca al texto original introduciendo algunos cambios que no le funcionan demasiado bien. La novela está ambientada en la época victoriana, algo clave para entender temas que se abordan como la educación estricta y religiosa o la represión sexual de la mujer como posible origen de algunos trastornos mentales.
En esta película de 2020 se busca actualizar la trama situándola a mediados de los años 90, tras el suicidio del cantante de Nirvana, Kurt Cobain. Una decisión que acaba resultando arbitraria y anacrónica. Durante el resto de la narración hay una constante tendencia en recrear el estilo victoriano del texto tal y como se desprende en decisiones de puesta en escena, localización, ambientación o vestuario. Así que no se entiende esa necesidad de modernizar algo si no eres capaz de desprenderte del imaginario original. Hay dos formas de abordar la adaptación de una novela icónica. Una es la fidelidad absoluta y otra es la valentía libérrima en darle un enfoque nuevo a los temas que explora. Otra vuelta de tuerca (The Turning) no se decide por ninguna de las dos opciones.

Un videoclip sin final

La directora Floria Sigismondi procede del mundo del videoclip. Ha trabajado con estrellas del calibre de David Bowie, Katy Perry, Björk, Rihanna, Christina Aguilera o Marilyn Manson, realizando vídeos memorables como «The Beautiful People», «Hurt» o «The Stars». Sin embargo, tanto el ritmo como el estilo visual que requiere el formato del videoclip es muy distinto al de un largometraje, más especialmente si se trata de la adaptación de una novela victoriana como ésta. En muchos momentos la directora parece tan perdida que tira de los recursos aprendidos durante la realización de esos videoclips. Ocurre de forma recurrente en las secuencias que ponen imágenes a las pesadillas que asolan por la noche a la institutriz protagonista. Esa estilización visual no encaja bien con la historia. Más que modernizar la narrativa acaba siendo un efectismo contraproducente que lastra el consumar la creación de una atmósfera adecuada.
El desconocimiento de la profundidad que tiene la obra original le lleva a simplificar el aspecto psicológico a su mínima expresión. Se rehuye el suspense ambiental en pos de un terror simplista enfocado hacia el jump scare. Los sustos se utilizan sin ningún tipo de control, perdiendo el verdadero efecto con el que están planteadas las apariciones fantasmagóricas en el texto. No hay que olvidar la importancia que tiene en la novela el punto de vista, ya que está narrada por la propia institutriz.
En Otra vuelta de tuerca (The Turning) no está tan claro el punto de vista que se quiere dar a la historia, a veces es interno y otras externo. Eso crea una confusión innecesaria que desemboca en ese doble desenlace (inacabados ambos) que dejará insatisfechos a los espectadores, en especial a los que desconozcan el verdadero final del libro. ¡Tras hora y media de película es terrible comprobar que Floria Sigismondi no sabe como acabarla!

La novela es mucho más moderna que la película

Y eso que la protagonista, Mackenzie Davis, hace todos los esfuerzos posibles por sacar a flote la película. La actriz canadiense es lo mejor de esta floja adaptación en la que incluso los prometedores jovenzuelos Finn Wolfhard y Brooklynn Prince navegan a la deriva. Otra vuelta de tuerca (The Turning) se empeña en utilizar los códigos del terror más chusquero y transita por los lugares comunes del subgénero de casas encantadas. En ese sentido, la novela escrita por Henry James en 1898 acaba siendo mucho más moderna que la película, ya que precisamente era una reinvención adelantada a su tiempo de todo eso.
Es como si los guionistas de esta adaptación, Chad Hayes y Carey Hayes, quisieran desprenderse de todo lo innovador que tiene el libro para caer en los tópicos de siempre del cine de género actual. Terror millennial sin dimensión psicológica, no vayamos a hacer pensar a la gente más allá de donde ha dejado su bol de palomitas. No quiero decir que solo tenga cabida ese mal llamado terror elevado, yo mismo soy el primero en pasarlo pipa con La casa de cera (Jaume Collet-Serra, 2005), otro de los guiones escritos por la pareja. Pero es que no le encuentro sentido en desnaturalizar una historia donde el aspecto sobrenatural es fruto del condicionamiento psicológico de sus personajes y convertirla en una sucesión de sustos mal coreografiados con una dudosa utilización del CGI. Avisado estás.

¿Qué te ha parecido Otra vuelta de tuerca?

Otra vuelta de tuerca

4

Puntuación

4.0/10

1 COMENTARIO

  1. Prefiero la versión 1961 con DKerr, sir MRedgrave y buenas interpretaciones de los niños (Flora y Miles). Un excelente blanco y negro ideal para estos guiones y desde ya un impecable inglés británico.

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