Las críticas de David Pérez «Davicine»:
Los caminos que no escogemos
Tras su paso por la Sección Oficial del pasado Festival de Cine de Berlín, Diamond Films ha estrenado en exclusiva en Amazon Prime Video Los caminos que no escogemos. Este drama narra las turbulentas 24 horas en la vida de Leo (Javier Bardem) y su hija, Molly (Elle Fanning). Mientras él deambula entre vidas alternativas que podría haber vivido, Molly trata de encontrar su propio camino en un futuro incierto.
La reputada directora británica Sally Potter (Ginger & Rosa, La lección de tango) regresa tras la exitosa The Party con Los caminos que no escogemos, protagonizada por Javier Bardem (Todos lo saben, Loving Pablo), Elle Fanning (Maléfica, Día de lluvia en Nueva York), Salma Hayek (El cuento de los cuentos, Beatriz at Dinner) y Laura Linney (La cena, Sully).
Mucho reparto y pocas nueces
Apartado del mundo exterior, Bardem ofrece una interpretación monosilábica con pocos diálogos pero mucha sobreexcitación, dando vida a alguien donde su mayor esfuerzo actoral recae en las muecas faciales. Pero, ¿qué le sucede? ¿Ha sufrido un trauma emocional que lo ha dejado incapacitado o está demente? La directora Sally Potter ni siquiera nos deja caer si todo ha sido provocado por una lesión en la cabeza, tan sólo que tiene una atrofia del lóbulo frontal, pero parece que no quiere que indaguemos en cómo el protagonista ha llegado a este estado. La interpretación de Bardem es la base de este rompecabezas que a buen seguro pondrá a prueba la paciencia de más de un espectador que quizás ni aguante hasta el final de la cinta, a pesar de no llegar a 90 minutos de duración.
Laura Linne es la única capaz de aportar algo de vidilla a la película en el papel de exesposa, pero tiene una presencia tan fugaz que no consigue aclarar nuestras dudas, y su ubicación temporal genera más confusión que aclaraciones, mientras que Elle Fanning consigue sacar adelante su papel de hija de Bardem, la cual tiene que conseguir entender a su padre (cosa complicada) y también llevar las riendas de su propia vida aunque deba cuidar de su progenitor. Salma Hayek también logra una buena interpretación dramática en el rol de una madre que ha perdido a su hijo, y se debate entre lo que se ha marchado y lo que le queda en su vida.
Tan perdidos como el protagonista
Demasiadas dudas sobre lo que estamos viendo, y poca claración más allá de la pista que nos deja la trama sobre estar observando realidades alternativas según las decisiones que podría haber tomado el protagonista en su vida, pero que aún así no logra que empaticemos con el protagonista ni su entorno cercano. En ningún momento tenemos la sensación de conseguir entender de donde viene lo que vemos, o a donde quiere llegar la directora, y eso provoca que lleguemos a perder la atención sobre la película.
No podemos negar que es una ambiciosa propuesta, que inicialmente sonaba intrigante y llamativa, sobre todo por estar cualquiera de nosotros afectado por todas nuestras decisiones del pasado, pero el resultado no consigue superar el aprovado raspado -siendo bondadosos-, salvado en parte por tanto talento desperdiciado.
El hecho de no no conseguir empatizar con todos los espectadores no desmerece a Los caminos que no escogemos, y no por ello creo que deba dejarse a un lado entre tanta propuesta en las plataformas pues, en el fondo, olvidándonos de su intento de mostrarnos vidas alternativas, la película trata de las personas que se quedan a nuestro lado, las que dejamos atrás, y las que hemos perdido, y eso da forma a un drama intrigante que podemos ver si tenemos paciencia.
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