La música de ‘El Código Da Vinci’ (2006), de Hans Zimmer

Estoy seguro que más de uno cuando haya visto el título y haya leído: la música de El Código Da Vinci habrá pensado: ¿por qué habrá elegido la banda sonora de una película tan mediocre?¿por qué habiendo tantas composiciones de Hans Zimmer ha tenido que elegir la de una película que no pasó de aceptable?

Como ya comenté en mi presentación, en esta sección de bandas sonoras iban a tener cabida todo tipo de obras musicales: ganadoras de premios, desconocidas, pertenecientes a películas consagradas o que acompañan a películas que no pasan del aprobado. Éste último caso es el que nos toca hoy.

Y ojo, que yo no digo que la película El Código Da Vinci sea mediocre. De hecho, es una de mis películas favoritas, y no suelen pasar más de tres o cuatro meses para que la vuelva a revisionar. Pero la crítica es la crítica, y a esta película la despellejaron por todos lados, desde el director a la interpretación de los actores. La banda sonora es de lo poco que se salvó, y por eso nos disponemos a analizarla.

Presentar a Hans Zimmer creo que no resulta necesario. Solo voy a mencionar películas de la talla de Rain Man, Paseando a Miss Daisy, Thelma y Louise, El Rey León o Gladiator para darnos cuenta del grandísimo compositor al que nos estamos refiriendo.

Y llega el día en que Ron Howard le propone que componga la música de la película que está creando a partir de la novela escrita por Dan Brown. Corría el año 2006, y la verdad es que los años anteriores no habían sido del todo bueno para Hans. Las bandas sonoras de películas como El Espantatiburones, El Rey Arturo o Madagascar fue etiquetadas como aceptables, pero no llegaban a la calidad de sus trabajos anteriores. Y parece que con El Código Da Vinci se desquitó de esos años ausentes de calidad.

Ya al comienzo de la película podemos percibir esa calidad que Hans Zimmer imprime en sus composiciones. Poder pasear por los pasillos del museo del Louvre contemplando alguna de sus obras y escuchando la melodía que Hans compuso para la persecución entre Silas y Jacques Sauniére no tiene precio. Es solo el principio de la película y ya podemos comprobar la calidad que tiene la música, y que nos va a sorprender durante todo el metraje.

Si el inicio es espectacular, la pieza final la puedo catalogar de obra maestra sin temor a equivocarme o que alguien me diga que soy un exagerado. El tema se titula “Chevaliers de Sangreal”. Algunos dicen que este tema escuchado en solitario no pasa de ser uno más; pero al verlo acompañando a las imágenes del final de la película le da ese toque épico, que tanto el compositor como el director de la película pretendían. Ver cómo el personaje interpretado por Tom Hanks va diciendo palabras y frases sueltas y, mientras, las imágenes y la música van dando vida a todo el razonamiento que el personaje está haciendo. Es tan difícil que la música exprese exactamente lo que está pasando por la cabeza del protagonista, y Hans Zimmer lo consigue en tan solo cuatro minutos de partitura, que por eso me reafirmo en estar ante una obra maestra de la historia del cine.

Entre medias tenemos temas muy acertados, acordes con el momento en el que se nos presenta, con piezas corales muy adecuados a los temas de religión que se tratan, piezas que ayudan a rebajar la tensión de la película en determinados momentos y otras que nos recuerdan que nos encontramos en una película de intriga con cierto toque de acción en determinadas secuencias.

En resumen, nos encontramos ante uno de los mejores trabajos de la carrera de Hans Zimmer, una obra de referencia que no defrauda a quien la escucha, y que quizá para alguno haya quedado en el olvido debido a las malas críticas que recibió la película.

Os dejamos con nuestro podcast en el que hablamos de esta BSO y donde escucharéis lo que os comentamos aquí: