sábado, febrero 24, 2024

Ciclo ‘El planeta de los simios’: ‘Regreso al planeta de los simios’ (1970)

Las críticas de Óscar M.: Regreso al planeta de los simios (1970)
 

Dos años después del éxito de El planeta de los simios (provocado en su mayor parte por el apocalíptico y desolador final) se estrenó la secuela originalmente llamada Más allá del planeta de los simios (traducción literal del inglés), cuya historia comienza justo donde terminó la de la anterior película; de hecho, las primeras escenas de ésta son el final de su predecesora.

Tras su terrible descubrimiento, Taylor (Chalton Heston) decide investigar el resto del planeta junto con Nova (Linda Harrison) para buscar más supervivientes o un lugar donde establecerse y se verá sorprendido por unos extraños fenómenos que suceden en «la zona prohibida» en la que intenta adentrarse.

Paralelamente, una nueva expedición astronauta llega al planeta y, buscando a Taylor, han atravesado el mismo agujero de gusano. A pesar del aterrizaje forzoso consiguen detectar que se encuentran en el año 3599 después de Cristo, aunque no por ello son conscientes de que continúan situándose en La Tierra.

Regreso al planeta de los simios mantiene, en esencia, la estética, el diseño de producción, la narración y la estructura argumental de su predecesora, lo que, aunque le resta personalidad, le otorga una continuidad visual necesaria y comprensible.

Volver al planeta de los simios supone volver a visionar la lucha de clases de los años 70, incluso dentro de la propia sociedad simia se observa cómo hay diferentes categorías y cómo las clases dominantes (los políticos orangutanes y los guerreros gorilas) manejan y utilizan a la clase inferior (los pacifistas y científicos chimpancés).

Es muy interesante (y curioso) ver cómo los pacifistas intentan frenar a los guerreros con una sentada pacífica y coreando lemas anti-guerra, hechos similares a los movimientos hippies de los años 60 y 70 y a los movimientos anti-crisis y anti-políticos que se están viviendo en la sociedad actual (la ciencia ficción siempre ha sido un recurso muy socorrido para criticar la realidad).

Sin embargo, ninguna de estas clases saben que su realidad está totalmente controlada y condicionada por una sociedad de humanos oculta, que los maneja y controla y que tienen en su poder un arma de destrucción planetaria (recuperan el miedo a la bomba atómica y a las guerras mundiales, que ya tuvieron su momento de gloria al final de la primera película).

El descubrimiento por parte del nuevo astronauta (James Franciscus, un clon visual y más musculado de Chalton Heston) de que se encuentra en el planeta Tierra ya no era una sorpresa para la audiencia, por lo que se optó por introducirlo a mitad de la trama y con un elemento mucho menos icónico que La estatua de la Libertad, pero igualmente efectivo para la audiencia norteamericana.

Aunque, en principio el argumento se vuelve un poco repetitivo, tanto por la anterior película como por sí solo (el astronauta huye, pero lo capturan, vuelve a huir, pero lo vuelven a capturar), se desmarca totalmente del dramático y solitario final de El planeta de los simios al revelar la existencia de la sociedad oculta.

Desde el descubrimiento de esta sociedad secreta la película se convierte en una fantasía futurista similar a La fuga de Logan (que no se realizaría hasta 6 años después), con super-avanzados humanos, sus absolutamente increíbles vestimentas y un alocado culto, lo cual resta credibilidad a la trama y la distancia del estilo de la original, para acercarla a las de los humanos (con poderes) alterados genéticamente por virus y mutaciones.

Regreso al planeta de los simios supone una evolución y un avance de las ideas principales de la primera película, por lo cual es entretenida y sorprendente (el descubrimiento de la nueva sociedad es un giro de guión bastante inesperado), pero la recta final se vuelve previsible y la conclusión es bastante típica para la época (recurriendo a la voz en off por la falta de presupuesto para concluirla con un final digno).

Nota: Crítica realizada para el ciclo dedicado a la saga El planeta de los simios, cuyo índice podéis encontrar aquí.

1 COMENTARIO

  1. Esta es la película que uno podría esperar cuando se enfrentaba en principio al planeta de los simios. Una producción de serie b con una calidad limitada.

    Hay cosas a destacar en ella, pero la más significativa es la presencia de C.Heston durante, qué? 10min? Es un mal síntoma que, desde luego, después se convierte en enfermedad pandémica.
    El argumento es lamentable y si bien es cierto que tratan de evitar el refrito total, caen en los abusos típicos de las secuelas de la época.

    No obstante, y como muy bien señala Oscar, la presencia de la lucha de clases o el giro de la humanidad subterránea son elementos a destacar.

    Si bien, considero a esta película una curiosidad de esas que de pequeño veías en una tarde de sábado y disfrutabas, hoy día no pasa de ser una película deficiente que jamás debió ser rodada, por lo menos de esta manera. Rompe un poco la magia de la primera.

    No me quiero olvidar de señalar el horrible diseño de producción. Sobretodo comparado con el de la original(que aunque ahora se vea cutre, durante mucho,mucho tiempo fue fantástica)

    Las secuelas siguientes siguen cuesta abajo.
    Sabéis a que me recuerda mucho la saga del planeta de los simios? A la de tiburón. Si bien tiburón 2 me parece una película decente, las secuelas son cada vez más y más delirantes, como aquí.

Deja un comentario (si estás conforme con nuestra Política de Privacidad)

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Síguenos

9,670FansMe gusta
2,070SeguidoresSeguir
500SeguidoresSeguir
23,108SeguidoresSeguir
5,210SuscriptoresSuscribirte
- Publicidad-

ÚLTIMAS PUBLICACIONES

Crítica de ‘Guardianes del museo‘: Una película de gatos con mucho arte en su interior

Las críticas de Ignacio Mittenhoff: Guardianes del museo En el museo Hermitage hay un escuadrón de felinos que protegen las obras de los roedores desde hace...