sábado, febrero 24, 2024

‘Devil Inside’: De lo malo lo peor, de lo peor lo inferior

Las críticas de Agustín Olivares: Devil Inside

Cuando una película pega el pelotazo, es muy probable que una avalancha de imitaciones lleguen a las pantallas de cine o a nuestras casas en formato casero a corto plazo. Cuando en 2007 Oren Peli hizo resurgir el mockumentary con su Paranormal activity, empezaron a salir muchas películas del mismo estilo. Muy pocos de estos subproductos son dignos de ser recordados, y Devil Inside está dentro de este grupo, siendo quizá la peor de las películas que han llegado a las pantallas de cine.

En la película se nos revela la história de Maria Torelli, norteamericana que asesina a tres miembros de la iglesia durante el exorcismo que se le practica a ella misma. Tras los hechos es recluida en una clínica psiquiátrica de Roma. Más de veinte años después su hija, Isabel, se dispone a rodar un documental investigando el caso de su madre.

Tras esta premisa se podría haber rodado una película que, al menos, entretuviera. Ni siquiera lo consigue. Sus escasos 80 minutos se hacen eternos, y antes de que se cumplan los cincuenta de visionado ya hechas mano del reloj: “¿¿No lleva ni una hora??”. A partir de aquí deseas que cada fundido a negro signifique el final del filme.
Pero, ¿Por qué resulta tan hastiante? La principal razón se encuentra en el guión y todo lo que éste conlleva: las situaciones, los personajes y sus reacciones, el entorno, etc. Nada tiene sentido, y esto queda más que demostrado cuando hacemos la pregunta que en todo buen guión debe de quedar contestada: ¿Por qué? Hay situaciones tan absurdas que te preguntas por qué, y nunca llegas a encontrar la respuesta. ¿Por qué los sacerdotes dejan que les graben si lo que hacen es ilegal? ¿Por qué la madre del primer caso que documentan baja a la hija al sótano? ¿Por qué a mitad película el operador habla a cámara como si fuese parte de la acción?
Los diálogos tampoco se salvan, siendo como mínimo sonrojantes. Por no hablar del montaje, esencial en este tipo de películas y que aquí se muestra tremendamente tramposo. En el interior del coche se supone que hay tres cámaras, y en los exorcismos montan otras tantas, pero en exteriores tan solo cuentan con una, puesto que solo hay un operador. Pues bien, en escenas como la de la clase de exorcismos o la primera vez que Isabel entra en la casa de los sacerdotes parece que hayan dos o tres cámaras, haciendo un montaje con diversos puntos de vista que, físicamente, es imposible que un solo cámara hubiese podido grabar.
Por otro lado, la cámara en mano resulta un tanto mareante, aunque no más que en otros productos similares.
Por último, el final requiere un punto y aparte, puesto que es lo peor y lo mejor del film. Es lo peor porque ni si quiera se puede considerar final, es un corte abrupto anticlimático que no lleva a nada. Es lo mejor porque por fin la película ha terminado, y puedes ir a casa a lavarte los ojos con aguarrás.

3 COMENTARIOS

  1. La película logró posicionarse en primer lugar en su fin de semana de estreno (noticia publicada el 9 de enero de éste año) y a la hora de buscar más información acerca de ella entraron ciertas dudas si se merecía dicho puesto o no. En la siguiente semana bajó 5 posiciones en la lista de las películas más vistas y posteriormente fue bajando otros 10 puestos cada semana.

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