Las críticas de David Pérez «Davicine»: Circumstance
Maryam Keshavarz ha presentado en la 56 SEMINCI su primer largometraje de ficción, Circumstance, un polémico film iraní que en su país ha despertado muchas críticas. Se trata de una mezcla de melodrama e historia sensual de amores prohibidos en la actual Teherán, donde cuatro jóvenes iraníes viven en la clandestinidad de las discotecas y el videoclub con películas prohibidas en la parte trasera de una tienda.
Circumstance nos presenta a Atafeh y su hermano Mehran, quienes han crecido en un hogar donde la música, el arte y la curiosidad intelectual lo impregnaban todo. Atafeh sueña con la fama y la aventura, y tanto ella como su mejor amiga, Shireen, exploran el submundo de Teherán con juvenil energía y con la determinación de ser ellas mismas. Entretanto, Mehran regresa a casa tras someterse a un programa de rehabilitación por su drogadicción. Su renuncia a su anterior vida de decadencia adoptará la forma de una venganza. Su obsesiva dedicación a la música clásica pronto encontrará una salida destructiva. Mehran, que ha perdido la confianza de sus padres y siente celos de la afectuosa relación que su hermana Atafeh tiene con su padre, se esfuerza en esta nueva etapa por encontrarle sentido a su existencia. Mientras vigila sin tregua a su propia familia, irá sintiéndose cada vez más marginado de ella. Tampoco le agrada la relación que se está forjando ante sus ojos entre Atafeh y Shireen, y termina obsesionado con la idea de salvar a Shireen de la influencia de su hermana.
Ahora bien, la crítica que realiza ha causado muchos problemas a la directora, que ha recibido amenazas, y ante la imposibilidad de poder rodar en Irán, lo hizo en el Líbano. Circumstance pretende dejar a un lado la política para que la película se vea más como la historia sobre la imposibilidad de expresarse tal y como cada uno es por culpa de un entorno opresivo, encontrando un lugar seguro para poder refugiarse, y que las dos jóvenes protagonistas lo encuentran en su sexualidad y en la imaginación. Dentro de la sexualidad también hay lugar para la homosexualidad, no como tema central de la película, pero sí como refugio de unos jóvenes que viven una cultura donde las mujeres están segregadas del mundo de los hombres.
El contraste más llamativo de la película lo encontramos entre el pudor y la presión social en el que viven las jovenes, y el ambiente de fiestas rave y secretas que asisten, lugares llenos de licor, baile y la posibilidad de tener sexo, aunque ante el riesgo de detención por la policía de la moralidad.
La película trata de reflejar aspectos de la vida en Irán que están más allá del alcance de los realizadores de ese país, que tienen que trabajar dentro de los códigos de censura o en secreto.
A pesar de carecer de el toque artístico de Jafar Panahi y la exuberancia del cine de Bahman Ghobadi, con Nadie sabe nada de gatos persas, esta película está repleta de energía de la indignación de la rebelión juvenil, aunque prefiere su directora interesarse menos en las manifestaciones públicas de participación política que en el poder en sí, y la autoridad religiosa en particular, afectando a la intimidad de las familias, amantes y amigos.
Ahora bien, esa ausencia de toque artístico no evita que estemos ante una fascinante apuesta irani que tiene reminescencias del mejor cine de Wong Kar-wai y Kim Ki-duk, con sus sutiles planos, su banda sonora empleada como un protagonista más, su fotografía intensa y repleta de sentimiento, y su crítica social, hablando sobre la censura y cómo liberarse de ella, una alternativa de esperanza para las mujeres que sufren la represión de los gobiernos islámicos.
Keshavarz se deleita con su propio sentido de la libertad, construyendo escenas con gran intensidad sexual y algunas que se inclinan hacia la lascivia más light.
Circumstance tiene una extravagancia dramática que se acerca a la telenovela, con pasiones en ebullición, pero que gracias a la fotografía y la banda sonora consigue ser un producto de calidad, espléndidamente construida y con un sentido suntuoso de estilo y sensualidad, que deja claro que estamos ante un nuevo talento, interesante y original.