En diciembre de 2009 os contábamos, en esta misma página, que el siguiente proyecto para la gran pantalla de James Cameron, tras Avatar, iba a ser el remake de una película de ciencia ficción del año 1966 que incluso tuvo una miniserie posterior de 17 episodios, Fantastic Voyage (Viaje alucinante). Dicho remake pertenecía a 20th Century Fox y la adaptación del guión correría a cargo de Shane Salerno (Aliens vs Predator: Requiem), siendo producida por Cameron.
La
Fox había pensado inicialmente en
Roland Emmerich para dirigir este proyecto antes de que éste se pusiera a trabajar en
2012, e incluso se oyeron rumores de que un posible candidato para esa labor era
Tarsem Singh (
The Cell). Poco después nos enterabamos que era
Paul Greengrass, que tantos y tantos buenos momentos nos ha traído con
El ultimátum de Bourne, el que entraba en conversaciones con la
20th Century Fox y
James Cameron para dirigir el remake en tres dimensiones de esta película, pero no tardaron en informar que
Greengrass había dejado el proyecto para centrarse en otro nuevo proyecto,
La isla del tesoro, adaptación, como habréis imaginado, de la novela de
Robert Louis Stevenson, para la cual
Shane Salerno escribió el guión del remake. Desde entonces,
Cameron se ha reunido con
Darren Aronofsky (
Cisne Negro),
Timur Bekmambetov (
Wanted),
Jonathan Mostow (
Terminator 3) y
Louis Leterrier (
El increíble Hulk).
Hoy, finalmente, tras mucho tiempo desde el inicio de los rumores, nos enteramos que Shawn Levy (Noche en el museo) oficialmente ha firmado para dirigir el remake de esta película, que tiene elementos en común a los también vistos en El chip prodigioso con Dennis Quaid, Meg Ryan y Martin Short.
Recordemos un poco de que iba la original: El científico Jan Benes, conocedor del secreto para mantener soldados en estado reducido durante un periodo, consigue escapar con la ayuda de una agente de la CIA. En su traslado el convoy en el que viaja es atacado y Benes sufre heridas graves. El accidente ha provocado un coágulo de sangre en su cerebro. El agente de la CIA Grant que le ayudó en su fuga recibe el encargo de acompañar a un grupo de científicos en una especie de nave que será reducida a tamaño microscópico e introducida en el cuerpo de Benes. La misión de éste grupo es la de llegar al cerebro y eliminar el coágulo de sangre.