Su consagración cinematográfica data de 1981, cuando trabajó junto con Jean-Paul Belmondo en Le Professionnel, de Georges Lautner, donde interpretó al inspector Farges.
Fue, además, un fecundo actor de televisión y de doblaje, ámbito en el que su voz dio vida en francés a intérpretes como Dennis Hopper, Kurt Russell o Harvey Keitel.
Entre sus reconocimientos destacan el premio al mejor actor del Festival de Madrid, en 1989, por su trabajo en The vanishing, L’homme qui voulait savoir, de George Sluizer, o la nominación al Cesar de la Academia francesa, en 1985, por su trabajo de actor secundario en Rue barbare, de Gilles Béhat.
Vaya forma de terminar el año. Han sido dos meses finales repletos de perdidas.