«Tengo fe en que voy a poder volver a filmar y a vivir en México», dijo en un encuentro con medios en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL), la mayor cita editorial del mundo hispano, que se celebra en su ciudad natal.
«Una parte del cine que yo querría hacer está encerrada en la escena del embalsamador en Cronos (su primer filme), en el que está trabajando en un cadáver y cantando una cumbia», apuntó con respecto a una secuencia donde brilla el surrealismo mexicano más auténtico en torno a la muerte.
«El cine que me era primigenio no he podido volverlo a hacer», confesó con un deje de nostalgia en la voz, el mismo que adornó su relato de sus antiguas visitas a las librerías de Guadalajara.
«Cuando aparezco en una librería se alegran de verme (por todo lo que va a comprar). Y en los puestos de tacos también», narró.
Tras el secuestro de su padre a finales de la década pasada -no todos los responsables fueron aprehendidos-, del Toro se volvió muy cuidadoso con su seguridad y la de su familia y eventualmente se estableció en Los Ángeles para hacer cine en Hollywood.
«Como padre de familia ahora no puedo filmar en México por sesenta o setenta días porque se sabe dónde voy a estar, por cuánto tiempo, a qué hora salgo y por dónde paso», lamentó.
El país ha visto agudizada en los últimos años la inseguridad ciudadana, a cuenta del auge de la delincuencia organizada, ante la que las fuerzas de seguridad resultan ineficientes en un alto porcentaje.
«Veo con tristeza la inexistencia y descomposición de estructuras, pero a la gente de México hay que celebrarla», opinó.
Mientras ese día llega, del Toro tiene el «firme propósito» de producir a nuevos directores del género fantástico y de terror de su país, algo que ya ha hecho en España con El orfanato y Los ojos de Julia.
«No es para hacerme rico», declaró, salvo en sentido espiritual.
El cineasta hace malabares con varios proyectos de cine y televisión sin saber cuál de ellos conseguirá primero el visto bueno y cuál será cancelado. Es algo que aprendió de manera «brutal» en sus primeros años como profesional del séptimo arte, o que derivó en que pasarán años entre sus películas.
Actualmente conjuga una adaptación del clásico de terror de H.P. Lovecraft En las montañas de la locura, un filme sobre Frankenstein para el que ha hecho ya pruebas de maquillaje y una adaptación para televisión de Hulk, el superhéroe de Marvel.
«Vivimos en un tiempo de profunda ira», apuntó sobre lo idóneo de la metáfora que representa la historia del científico que se transforma en monstruo respecto a los tiempos actuales.
Del Toro presenta en la FIL Oscura, la segunda parte de su Trilogía de la Oscuridad, una serie de novelas vampíricas, escrita junto a Chuck Hogan.
«Chuck me edita brutalmente, como escritor novato le echo demasiada crema a los tacos», bromeó.
Fuente: RPP