Hoy llega a los cines de USA la última película del genial M. Night Shyamalan, The Last Airbender, y lo hace con una mala campaña promocional, no por no haber publicado suficientes pósters o trailers, que no es el caso, sino por las malas críticas que ha recibido antes de su estreno oficial.
La película tiene, actualmente, una puntuación de 9 sobre 100 en Rotten Tomatoes, que es la página por excelencia para evaluar y criticar películas, y donde una puntuación tan baja implica que la película es pésima. Esta puntuacoón quiere decir que ni el nombre del director salva la película, que la gente ha salido defraudada y que, independientemente de las esperanzas puestas en esta adaptación de una serie de animación han servido para que la den algún que otro voto bueno.
Queda claro que cada película de Shyamalan, desde El sexto sentido, ha ido de mal en peor, pero no creo que sea por la calidad de sus películas en sí, sino más bien por lo que se espera del director, y cada película que hace que no supone toda una revelación ya están predispuestos a puntuarla a la baja.
De esta forma, tras ver las primeras críticas fiables, o al menos suelen serlo, tanto en Variety como en The New York Times, parece que sólo falta echar al director a los leones. Ambas han coincidido en el pésimo trabajo del director y en la ausencia total de calidad de la película.
Muchos confiaban que el director lavara su nombre tras los últimos títulos, y esperaban que arrasara en taquilla al venir de una serie de mucho éxito, aunque parece que incluso ésto ha salido mal, pues los seguidores de la serie han acusado al director de racista, por la raza de sus protagonistas, comparándola con la serie y las multiples razas que hacían acto de presencia.
En Variety destacan la falta de carisma del actor principal, Noah Ringer, pero no obstante, todos apuntan a la ausencia de humanidad de la película y el excesivo uso de efectos especiales, apreciendo que estamos en las fallas más que en una película de aventuras. Si a eso le sumamos un reparto poco conocido, que no por ello de baja calidad, tenemos que la gente que ha ido al cine no tenga ganas de más, a pesar de haber rumores de una secuela.
Algo que me alegra es la crítica en la que comentan la inncesaria adaptación al 3D de la película, pues os recordamos que ha sido adaptada en postproducción, algo que suele matar a muchas películas, como Furia de Titanes, y, en este caso, solo sirve para anular el trabajo de fotografía original. Espero que tomen nota en Hollywood y dejen de convertir al 3D todo lo que se les ocurra o pase por delante de sus mesas.
Hay quien se ha arriesgado a anunciar el fin de la carrera del director. Nosotros esperaremos hasta el 6 de agosto para juzgarla,aunque coincide con el estreno de la última de Nolan, Orígen, y tendré que decantarme por una de ellas ese mismo día. Lo que está claro es que puede que estemos ante «el último Airbender».
Fuentes: NY Times; Variety; Rotten Tomatoes