Que un icono del cine como James Bond se vea manchado, que un mito viviente como Sean Connery sea marcado por la zafiedad de la vida actual, no puede dejar de marcarnos a todos los aficionados al cine en general y admiradores de Connery en particular, a los que ven en el celuloide una manera de relajarse de todas las malas noticias de hoy en día.
Pero la actualidad manda y hoy por desgracia debemos informar que Sir Sean Connery ha sido imputado en el caso Malaya de corrupción marbellí, más concretamente en la operación Goldfinger (que graciosillo el que eligió el nombre) de la trama urbanística.
Venga hombre… que yo solo me llevé unos pocos millones, mira a ver lo que apañó la Pantoja…
El actor escocés y su esposa Micheline fueron citados a declarar como imputados en la causa que investiga el blanqueo de capitales en el sector inmobiliario. Tendrán que declarar el próximo 27 de Mayo en el juzgado número 1 de Marbella.
El juzgado investiga la venta de la finca Casa Malibú, que había sido propiedad del actor escocés Sean Connery, de 79 años, y donde se levantó un complejo de apartamentos de lujo en primera línea de playa. Connery compró la finca a principios de los años setenta y la puso en venta por nueve millones de dólares 28 años después a través de la inmobiliaria británica Knight Frank. La casa tenía una residencia principal, tres estancias para invitados, piscina y jardines.
La operación urbanística fue amparada por el ex alcalde marbellí Jesús Gil y Gil; ya que se recalificó el terreno donde estaba el chalé en Marbella del actor y que el juez investiga la presunta comisión de los delitos contra la hacienda pública, prevaricación, malversación de caudales y blanqueo de capitales.
Desde No es cine todo lo que reluce esperamos que se haga justicia, pero me permitiréis, a título absolutamente personal, desear que esto sea sólo una mala broma, y que Bond, James Bond, Connery, Sir Sean Connery, no tenga nada que ver con esto.
Fuente:Diario de Málaga