La película nos presenta a una diplomática canadiense y su marido cocinero Michael, que han sido destinados a Nueva Delhi. Al llegar a esta ciudad, heredan el conjunto de la servidumbre que trabaja en la que será su nueva residencia. Al frente del equipo está la cocinera: una mujer encantadora y atractiva que se llama Stella. Lo último que imagina Michael, cuando Stella se ofrece a convertirse en su mentora en las artes de la cocina tradicional india, es que la mujer ha urdido un plan.
Ayer se presentó oficialmente esta película en la Sala de los Espejos del Teatro Calderón, donde asistió el propio director, Mehta, como único representante de la misma , acompañado de Angulo y el traductor.
Dilip Mehta comentó a la prensa que a él le gusta realmente “nadar a contracorriente, además, aunque en el mundo occidental hay tradición de que la mujer trabaje, en la India tenemos una cultura machista”. Ha admitido que disfruta con la cocina, pero sobre todo comiendola, pues su mejor le echa de la cocina siempre, y si él intentara cocinar, lo más seguro es que provocara un incendio.
“Es una película basada en la realidad, al menos en parte”, pues “hay una Stella en cualquier hogar”, por lo que nos encontramos con una película que va camino entre la ficción y el documental.