“Siempre me han atraído las ciencias ocultas y la alquimia”, comenta el director Stefano Bessoni. “He llevado a cabo diferentes estudios acerca de este tema y me he documentado lo mejor posible. La captura de imágenes es, sin duda, uno de los mundos más fascinantes en los que me he sumergido. Decir que las películas de Del Toro, Balagueró y los demás me han influido es decir poco. Es un cine que adoro por su capacidad de crear historias con muchas capas, mundos encantados en los que el horror más profundo se alterna con la poesía más sorprendente”.
La trama de la película nos lleva a finales del siglo XVII, mucho antes de la invención de la fotografía, donde un científico llamado Fumagalli esta obsesionado con la idea de la reproducción de las imágenes. A lo largo de sus experimentos descubre la “tanatografía”, por la cual es posible reproducir en un soporte sensible la última imagen fijada en la retina de una víctima, extrayendo sus globos oculares justo después de su muerte. Sus experimentos justificaron sus crímenes, pero una vez descubierto, Fumagalli fue condenado a muerte y ajusticiado. Sin embargo, esos mismo crímenes y esos mismos rituales parecen repetirse en nuestros días, sembrando el pánico en una escuela internacional de cine…
Parece que la idea es, por fin, crear un mercado de cine español que pueda atraer al público, y creemos que esta película tiene todos los ingredientes para lograrlo. Esperaremos a ver más antes de juzgar.
Les deseo suerte 😉