Francia.1942. En un pequeño cabaret francés, a orillas del Atlántico, un puñado de oficiales alemanes apuran sus últimas horas en tierra antes de volver a la guerra. Su servicio: A bordo de los submarinos alemanes, o «U-boat». Así comienza una de las películas-icono de la Segunda Guerra Mundial. Trágica, humana, real, El Submarino ( en original Das Boot ) , es uno de los hitos en la historia del cine bélico.
Dirigida por Wolfang Petersen, estamos ante una de las reproducciones más fieles y realistas de la Segunda Guerra Mundial. Es, a la vez, una de las más ácidas y desmitificadoras, con unos marinos, que representaron la amenaza máxima para el mundo libre (Churchill: «A lo largo de la guerra, lo único que realmente me dió miedo fue la amenaza de los submarinos») obligados a vivir y luchar en un espacio realmente hacinado, con la omnipresente amenaza de los aviones antisubmarinos, los destructores, las corbetas y el mal tiempo. La película nos muestra una de las patrullas que esos submarinos llevaron a cabo por centenares a lo largo de la guerra, con sus incidentes, combates, aburrimiento, y dolor.
El plantel de actores con el conocido Jurgen Prochnov como el veterano comandante del U-16,acompañado de Herbert Gronemeyer, Klaus Wennemann, Hubertus Bengsh y otros, es simplemente soberbio.
Os dejamos a continuación la escena más conocida, y uno de los iconos del cine bélico de la Segunda Guerra Mundial:
Que aproveche…
La escena final de un ataque aéreo a la base de submarinos con Karl Doenits presente y la muerte de la tripulación recién llegada, históricamente hablando ¡ES FALSA!