Netflix está haciendo las cosas bien, eso es algo de lo que no tenemos ninguna duda. Nos ha ofrecido grandes series y muy buenas películas de producción propia. Ya lo hemos visto en el caso reciente de Stranger Things, una serie que ha pasado filtros y filtros por otras cadenas, hasta convertirse en el éxito del verano.
Pero tampoco es que Netflix haga todo bien, solo hay que ver las películas producidas por la compañía y que protagonizan Adam Sandler y por eso mismo nos hemos preguntado: ¿The Get Downes la serie musical que nos hacía falta?
Primero hay que ubicarse. Se trata de una serie creada y producida por Baz Luzhrmann, director de películas como Moulin Rouge o El Gran Gatsby. Esto es un aliciente que, no suma, sino invita al espectador que le gusta el cine del realizador, a sentarse y contemplar los seis primeros episodios de la serie (los que se han lanzado a espera de que acabe la fase de postproducción de los seis últimos). El primer capítulo (de hora y media de duración) es un sello constante de Luzhrmann. Tanto en guión, como en la estructura de personajes y en la época pasada en la que se ubica la trama, por ello, quien vea este primer episodio, que sepa que va a ver los cinco restantes.
Así se nos presenta una serie que tenía que seguir la continuidad del éxito de Strangers Things, pero a medida que van pasando los capítulos, la serie se desinfla y se redirige hacia otras subtramas que cobran más protagonismo, dejando la principal más de lado. La cantidad de personajes que van apareciendo capítulo a capítulo, hace que nos perdamos entre nombres y que confundamos a los protagonistas, entre los que destacan sus tres protagonistas absolutos, Justice Smith (Ezekiel): El «Romeo» enamorado del Bronx y de su amada a partes iguales cuando descubre su vocación; Herzen F. Guardiola (Mylene): La chica luchadora, sufridora y con un sólo objetivo en la mente; y Shameik Moore (Shaolin Fantastic): El genio delincuente que lo da todo y lo pierde todo, siendo a su vez víctima y verdugo de sus consecuencias. El resto de protagonistas hacen una aparición en pantalla más serena, con importancia, pero no a la altura de estos tres.
La cultura del Hip-Hop está presente desde prácticamente el primer minuto de la serie, grandes detalles de esa forma de vida como el graffiti de la mano del personaje de Jaden Smith, los B-Boys y el guiño al chopper y al igual pasa con otros estilos que aparecen en esta serie como la música disco, género que vive sus últimos años de gloria o el soul.
Son muchas las aportaciones musicales que tiene The Get Down a lo largo de estos seis capítulos distribuidos en España, desde Boney M., hasta John Williams, pasando por Kool & The Gang, aunque lo mejor que puede llegar a tener la serie, son esos estribillos, melodías y scratches creados para los protagonistas.
Volviendo a la pregunta que ha originado esto… Sí. The Get Down no puede considerarse un musical en toda regla, a pesar de tener referencias obvias a otros como a West Side Story, pero es lo más parecido que encontraremos en televisión.