El sábado 10 de octubre era el día más especial del Festival de Sitges (con permiso de la jornada de clausura), el día en el que Sitges se llena de zombies, ¡El día de la Zombie walk!. El pueblo se llenó de “vida”, con muchísimos visitantes que abarrotaron el mercadillo y las salas del festival. El visitante tenía a su disposición un gran abanico de actividades: además de las sesiones en Auditori, Retiro, Prado, Tramuntana y Brigadoon, también podía maquillarse gratuitamente para la Zombie Walk, tomarse una copita en el After Horror Lounge, hacerse unas fotos sentado en el Trono de Hierro de Juego de tronos, asistir a diversas presentaciones en el Espacio Fnac, y ver una maratón zombie en el Espacio Movistar + (Gratis), entre otras cosas.
| El paseo de Port Alegre con sus tenderetes |
Por mi parte, aproveché la jornada para pasearme por el pueblo, comprar lotería nacional (no vaya a ser que toque) y, por supuesto, ver pelis.
La primera fue El regalo (The Gift), thriller dirigido y guionizado por el actor Joel Edgerton (Warrior, Dioses y reyes) y protagonizado por Jason Bateman (Arrested development), Rebecca Hall (Trascendence) y el propio Edgerton.
En la película, Simon (Jason Bateman) se reencuentra con un viejo compañero de clase, Gordo (Edgerton), un personaje un tanto peculiar. Su aparición destapará hechos del pasado y enturbiará la relación que Simon tiene con su esposa (Rebecca Hall) hasta límites insospechados.
Edgerton cumple con nota su papel de narrador. Consigue mantener la atención del espectador, jugando con la percepción que éste tiene de los personajes gracias a una controlada dosificación de la información. Edgerton consigue que, en cuestión de segundos, el espectador pase de amar a odiar a un personaje, para inmediatamente volver a quererlo. Los juegos psicológicos a los que somete a sus personajes (y, por ende, al espectador) revelan su verdadera identidad, dejando en el aire una aterradora pregunta: ¿Hasta qué punto conoces a la persona con la que convives? Sin duda, una de las películas de Sitges 2015.
Al salir de la sala me di de bruces con Darth Vader y cuatro soldados imperiales. El Festival de Sitges cruza fronteras intergalácticas, y consigue que el imperio deje de perseguir rebeldes para disfrutar de buenas pelis. O eso creía yo, hasta que recordé que en unos minutos proyectaban I’m your father, documental dirigido por Toni Bestard y Marcos Cabotá, que ahonda en la figura de David Prowse, actor que encarnó a Darth Vader en la trilogía original de Star Wars… salvo en el plano final de El retorno del Jedi. ¿Por qué George Lucas decidió sustituir a David Prawse por Sebastian Shawn en ese plano? Buscando responder a esta pregunta, los directores nos descubren la interesantísima historia de David, cómo se hizo con el papel de Vader y qué pasó con Lucasfilms para que lo sacaran de Star Wars por la puerta de atrás. Además, el documental abarca la subtrama protagonizada por Marcos Cabotá, el cual pretende regrabar el final de El retorno del jedi con Prowse como Vader. Esta parte es la menos interesante en el inicio, pero a medida que avanza el metraje va cogiendo fuerza. No obstante, muchas de las situaciones presentadas se notan demasiado ficcionadas, lo que hace que el resultado final se resienta, dejando estas partes a la altura de los realities del Discovery Max.
En definitiva, I’m your father es un documental muy bueno, que gustará tanto a los fans de Star Wars como a los amantes de las buenas historias. Nostálgico, emotivo y muy divertido.
A continuación visioné The similars, del mexicano Isaac Ezban (El incidente), thriller sobrenatural con tintes cómicos que bebe directamente de The twilight zone. Unas pocas localizaciones situadas en un mismo espacio (una estación de autobuses), ocho hilarantes personajes, una tormenta épica y un niño con respirador. Con estos elementos, Ezban se saca de la manga una misteriosa, hilarante y divertida historia de ciencia-ficción. Los quiebros del guión no dejan de sorprender al espectador, que probablemente, se encuentre absorto con la fascinante textura que la fotografía y la postproducción dotan a la cinta. Dado que la acción se sitúa en 1968, el director buscó una textura, iluminación y movimientos de cámara acordes con la época, cosa que otorga de una personalidad especial a la película.
Tras su visionado, tuve la ocasión de entrevistar a Isaac, charla que tendréis a vuestra disposición en unos pocos días.
Para finalizar la jornada, decidí pivotar de las novedades y le di una oportunidad al Espacio Movistar+, donde pude visionar Zombeavers (proyectada en Sitges 2014). La “sala” (en realidad, el interior de un enorme hinchable) tenía un encanto especial, pese a la escasa calidad de la copia proyectada, las incómodas sillas plegables y el incesante sonido de los hinchadores. Fue especialmente emotivo comprobar que, a cada espectador, le regalaban palomitas y un refresco ¡Y todo por la patilla!
Zombeavers es la película más divertida que he visto hasta ahora. Absurda, delirante, pura Serie Z que no se toma en serio a ella misma. Es de ese tipo de películas en las que el monstruo es un animatronic bastante cutre, o una marioneta en la que a ratos se intuye el brazo del marionetista. Tiene ritmo, tiene gracia, tiene pechos y tiene castores zombies ¿Qué más queréis?
Y con esto y un bizcocho me fui a dormir. Al día siguiente tenía que más pelis y entrevistar a Alberto Marini, director y guionista de Summer Camp. No quería causarle una mala impresión por culpa de mis ojeras de mapache.
Creo recordar que hace unos cuantos años estuvo en Sitges con el actor que interpretaba a Bobba Fett y cobraban 15 o 25 euros por foto firmada.